El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un repunte del 4,4% para Marruecos en 2025, frente al enfriamiento de las principales economías avanzadas. En un contexto global marcado por la desaceleración y las tensiones comerciales, el organismo sitúa al Reino entre los países que mejor resisten el nuevo ciclo económico, impulsado por la inversión en infraestructuras y la continuidad de las reformas estructurales.
Según el informe de octubre, el Producto Interno Bruto (PIB) marroquí pasará del 3,8% en 2024 al 4,4% en 2025, antes de estabilizarse en 4,2% en 2026. La cifra supera la media mundial, estimada en 3,2%, y refleja la solidez de una economía que ha logrado mantener su dinamismo pese a la persistencia de la sequía y las tensiones externas. No obstante, el desempleo seguirá siendo elevado, con un 13,1% previsto para 2025, lo que ubica de nuevo el tema laboral como uno de los principales desafíos socioeconómicos de Marruecos.
Estas proyecciones llegan seis meses después de que el FMI revisara sus estimaciones globales a raíz de las tarifas comerciales impuestas por Estados Unidos. Aunque en abril, el FMI, manejaba varios escenarios de impacto, el último informe confirma que el efecto ha sido “moderado”, gracias a la rápida adaptación del sector privado y la reorganización de las cadenas de suministro internacionales. Sin embargo, advierte que el crecimiento mundial “se ralentiza de forma progresiva”, con un 3,2% proyectado para 2025 y 3,1% en 2026, lastrado por el proteccionismo y la incertidumbre política.
En cuanto a la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA), Marruecos sobresale con una tasa de crecimiento superior a la media, estimada en 3,3% para 2025. Argelia y Túnez se mantendrían por debajo, con 2,9% y 2,5% respectivamente, mientras que Egipto (4,3%) y los Emiratos Árabes Unidos (4,8%) lideran el grupo. Esta tendencia confirma la resiliencia marroquí frente a un entorno desigual, en el que la diversificación económica y la estabilidad institucional siguen siendo factores determinantes.
A escala internacional, las economías avanzadas muestran un desempeño más modesto. Estados Unidos crecería apenas un 2% en 2025, mientras que la zona euro se estancaría en torno al 1,5%. En contraste, India y China mantienen su papel de motores globales, con 6,6% y 4,8% respectivamente. En el informe, el FMI advierte que las economías emergentes seguirán sosteniendo el crecimiento mundial, aunque enfrentan el riesgo de fragmentación comercial y volatilidad en los flujos de inversión.
Estas cifras confirman que Marruecos ha sabido encontrar un equilibrio estratégico entre la vulnerabilidad y la oportunidad. Sus políticas públicas, centradas en la inversión productiva, la modernización logística y la apertura hacia nuevos socios africanos y asiáticos, están consolidando su papel como actor económico regional. Aunque persisten desafíos como el desempleo y el impacto de la sequía en la producción agrícola, el Reino se perfila como una economía que apuesta por la estabilidad y la diversificación como pilares de su resistencia y de un crecimiento sostenible.
16/10/2025
María Angélica Carvajal