Frente al escenario crítico en Gaza, España ha adoptado medidas significativas contra Israel. Entre ellas se encuentran la suspensión de determinados acuerdos de cooperación militar, restricciones a la exportación de material sensible, revisión de convenios comerciales y limitaciones a intercambios culturales y educativos. En este contexto, el periodista español y profesor de Derecho en la Universidad Rey Juan Carlos y la UNIR, Carlos Uriarte Sánchez sostiene en una entrevista con el diario Marruecom, que dichas medidas han buscado “salvar algunos componentes necesarios para la preservación de la seguridad nacional”, al tiempo que incluyen posibles vetos a Israel en eventos culturales, educativos y deportivos, como la amenaza de impedir su participación en el próximo festival de Eurovisión.
El experto advierte que muchas de estas acciones tienen un carácter propagandístico y reflejan la presión política interna del gobierno español, alineado claramente con Palestina, lo que ha limitado la capacidad del país de actuar como mediador en la región. “Nuestro país ha mantenido tradicionalmente buenas relaciones con el Estado de Israel y los países árabes”, recuerda, mientras señala que la reciente mediación estadounidense que condujo a un principio de acuerdo de paz entre Hamás e Israel coloca al gobierno español en una posición compleja, tras haber chocado con Donald Trump por el tema de la guerra en Oriente Medio.
Desde su perspectiva, el peso de España en la política internacional es medio. Mantiene buena reputación entre los países musulmanes, aunque esta se ha visto afectada por la relación con el gobierno del primer ministro Netanjahu. El especialista subraya que “la solución de los dos Estados es la única duradera y justa para ambas partes, y para ello, debe de darse garantías de seguridad para ambas partes. Espero que el acuerdo alcanzado vaya en esa dirección.” Además, considera que la posición de Marruecos ha sido más equilibrada y estratégica, mostrando solidaridad con el pueblo palestino y respeto al derecho humanitario sin buscar confrontación directa con Israel, mientras que España, al adoptar una postura frentista, ha debilitado su posición y perdido capacidad de influencia.
En relación con la proyección de España en la Unión Europea, el experto señala que la postura firme adoptada por España podría generar tensiones o, al menos, evidencia la incapacidad de unificar una posición común. Países como Alemania, Italia y Polonia han expresado que no reconocerán al Estado palestino, mostrando la división interna de la UE. “Hemos perdido la iniciativa y el liderazgo como europeos en este tema y el éxito se lo ha llevado Estados Unidos. No obstante, da igual al final de quién sea el éxito. Lo importante, es que se alcance la paz”, afirma.
Uriarte también analiza la actuación de España en la Asamblea General de la ONU, donde algunos países apoyaron la posición española sobre el reconocimiento de Palestina, mientras otros, como Colombia, propusieron la formación de una fuerza internacional de protección. En este sentido, Uriarte sostiene que España, en relación con este asunto, ha actuado conforme a la propia agenda del gobierno y como un elemento para tapar problemas internos tanto del presidente, su entorno y el Partido Socialista Obrero Español. En lo que atañe a la flotilla de resiliencia, considera que se hizo “el ridículo” y que las negociaciones siempre deben realizarse de manera discreta, lejos de las cámaras.
En cuanto al establecimiento de un Estado palestino y el ingreso de Palestina en la ONU como miembro pleno, el experto coincide en que es fundamental el reconocimiento internacional para que dicho Estado exista de manera real. Sin embargo, advierte sobre el posible veto de algún miembro del Consejo de Seguridad, lo que hace imprescindible reformar este órgano y garantizar decisiones multilaterales más inclusivas y representativas de los países emergentes y del sur global.
Respecto a iniciativas de terceros actores, como la propuesta del presidente colombiano para crear una fuerza internacional de protección de Palestina, Uriarte considera que no es realista, subrayando a su vez, que “el interlocutor debe de continuar siendo la Autoridad Nacional Palestina. Esa labor de supervisión puede ser llevada por países en los que ambas partes confíen. Esto es, países árabes o países como Marruecos que podría jugar un papel importante por su neutralidad y posición equilibrada”.
Sobre los procedimientos multilaterales, el experto aclara que, aunque ofrecen un gesto simbólico y moral de apoyo al pueblo palestino, la verdadera clave radica en implementar acuerdos de paz que permitan la coexistencia y la estabilidad a largo plazo entre palestinos y judíos. La diplomacia y la prudencia, concluye, son esenciales para no desperdiciar influencia internacional ni capacidad de mediación.
Finalmente, el experto subraya que en los incidentes con la flotilla de resiliencia, todos los ciudadanos españoles han sido repatriados, salvo una persona que tuvo una actitud violenta con la policía israelí. Con esto, Uriarte, sugiere retomar los cauces diplomáticos normales y concentrarse en la implementación efectiva de acuerdos internacionales, evitando medidas coercitivas que pueden resultar contraproducentes.
09/10/37
Abdelhalim ELAMRAOUI









