La Marina Real Británica anunció el martes 14 de octubre el inicio de nuevas maniobras militares en el entorno de Gibraltar, que incluyen el despliegue de buques de alta velocidad y entrenamientos con munición sonora y señales luminosas navales. Según el Aviso Nº 048 emitido por la Autoridad Portuaria de Gibraltar para 2025, la zona de operaciones abarca desde «Punta Europa» hasta sectores de la fachada oriental del Peñón.
El ejercicio, denominado Military Surfex, involucra a los buques patrulleros HMS Dagger y HMS Cutlass, acompañados de lanchas rápidas tipo Pacific 24 RHIB y Arctic 24, así como unidades de la Policía de Defensa de Gibraltar (Gibraltar Defence Police – GDP), responsables de la seguridad dentro de las instalaciones militares. HMS Dagger, recientemente incorporada al arsenal en Gibraltar, fue diseñada específicamente para tareas de vigilancia y control marítimo, reforzando la capacidad británica en un área históricamente marcada por disputas de soberanía con España.
Las maniobras se desarrollan en aguas cuya soberanía es reclamada por Gibraltar y Reino Unido, pero que España rechaza reconocer, argumentando que el Tratado de Utrecht de 1713 solo concedió a los británicos la ciudad, el puerto y sus fortificaciones, sin incluir los territorios marítimos circundantes. Durante el ejercicio, se realizarán operaciones de navegación a alta velocidad, disparos simulados y uso de bombas de iluminación térmica portátiles conocidas como Rocket Hand Held Para Illum. La policía local supervisará la seguridad de la maniobra y garantizará la protección de la navegación civil, en un área con intensa actividad marítima entre el Mediterráneo y el Atlántico.
Este tipo de movimientos militares no son inéditos. En octubre de 2023, el HMS Cutlass interceptó una lancha de la Armada española en la misma zona, lo que provocó un conflicto diplomático entre Londres y Madrid. Asimismo, en marzo pasado, Reino Unido organizó un ejercicio similar, generando protestas oficiales de España que consideró estas acciones «una violación clara de la soberanía española». A pesar de estas tensiones, Londres ha mantenido su presencia militar en la región, lo que refleja un patrón de reafirmación de control y preparación estratégica en un paso marítimo clave.
Las maniobras se enmarcan en un contexto geopolítico más amplio, donde el estrecho de Gibraltar constituye un corredor vital para el comercio y la energía, funcionando como un punto de estrangulamiento entre el Mediterráneo y el Atlántico. La operación británica transmite un doble mensaje: la consolidación de la soberanía tras el Brexit y la disposición para proteger rutas marítimas estratégicas frente a cualquier intento español de reabrir la disputa sobre la jurisdicción del Peñón.
15/10/2025