El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, enfrenta una visita crucial a Washington con el difícil objetivo de persuadir a Donald Trump para que autorice el envío de misiles Tomahawk a Ucrania. El encuentro se produce en un contexto diplomático sensible: el presidente estadounidense acaba de reactivar su comunicación con Vladimir Putin, reintroduciendo a Moscú en el tablero de negociaciones internacionales tras meses de frialdad.
Zelensky será recibido este viernes en la Casa Blanca por tercera vez desde el regreso de Trump al poder. La reunión, programada para las 13:00 (17:00 GMT), tiene lugar antes del viaje del mandatario estadounidense a Florida. Los antecedentes entre ambos líderes muestran un historial fluctuante: en su primer encuentro, en febrero, Trump fue tajante al afirmar que el presidente ucraniano “no tenía las cartas en la mano”, mientras que la cita de agosto transcurrió en un tono más conciliador. Esta tercera conversación, sin embargo, llega marcada por un nuevo equilibrio geopolítico tras una llamada telefónica entre Trump y Putin, en la que el líder ruso advirtió que una entrega de misiles a Kiev “perjudicaría gravemente” las relaciones bilaterales y las perspectivas de una salida negociada al conflicto.
Según Trump, ambos mandatarios acordaron verse en Budapest en las próximas dos semanas, destacando que su conversación con Putin fue “muy productiva”. Moscú, por su parte, la calificó de “franca y basada en la confianza”, lo que revela un intento mutuo de reabrir canales de entendimiento estratégico. Desde su llegada a Washington, Zelensky ironizó sobre la rapidez de Moscú para reanudar el diálogo cuando “escucha hablar de los Tomahawk”, subrayando la dimensión simbólica y disuasoria de estas armas en la guerra.
No obstante, Trump adoptó un tono cauteloso respecto al suministro de estos misiles de largo alcance, que pueden volar hasta 1.600 kilómetros a baja altitud. “No podemos agotar nuestras propias reservas; también los necesitamos”, declaró el mandatario, evidenciando su prioridad por la autosuficiencia militar estadounidense.
Mientras tanto, Zelensky aprovechó su visita para reunirse con representantes del fabricante Raytheon, responsable de los sistemas Tomahawk y Patriot, a fin de explorar vías de cooperación industrial y una posible producción conjunta ucraniano-estadounidense. Este movimiento busca fortalecer la defensa aérea y la capacidad de largo alcance de Ucrania, en un contexto donde la diplomacia y el poder militar siguen entrelazados en el equilibrio inestable de la guerra.
17/10/2025