Mientras los camiones cargados de alimentos, medicinas y combustible esperan en la frontera entre Egipto e Israel, Italia busca ocupa un lugar protagónico en la reconstrucción de Gaza. Su estrategia combina diplomacia, ayuda humanitaria y cooperación técnica, en un escenario donde las promesas de los acuerdos de paz siguen sin cumplirse plenamente.
El Gobierno italiano, encabezado por Giorgia Meloni, anunció la creación de un grupo de trabajo especial para la reconstrucción de la Franja, centrado en la educación, la sanidad y la seguridad. Según el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se trata de “la mayor operación humanitaria jamás realizada por Italia”, al confirmar que 100 toneladas de ayuda saldrán en los próximos días, mientras el país refuerza su cooperación con hospitales de Egipto y Jordania.
El plan italiano va más allá del socorro inmediato e incluye becas universitarias para jóvenes palestinos, mediante los llamados “corredores universitarios” y el despliegue de médicos y técnicos italianos en colaboración con hospitales de ese país como Bambin Gesù, Gemelli, Rizzoli y Meyer. Además, Roma ya ha enviado 2.400 toneladas de alimentos y artículos esenciales desde 2023 y acogido a más de 1.200 palestinos, entre ellos 200 niños.
Al mismo tiempo, Egipto refuerza sus esfuerzos como único medio de entrada oficial de ayuda humanitaria a la Franja. Un convoy de 400 camiones cruzó el paso de Rafah con 5.700 toneladas de alimentos, 1.400 toneladas de material médico y 2.500 toneladas de combustible, según la Media Luna Roja egipcia desde el domingo pasado. Las imágenes del convoy contrastan con la lentitud de los procedimientos de inspección israelíes, que siguen siendo el principal cuello de botella para el ingreso de ayuda.
El organismo de Defensa israelí COGAT ha anunciado que solo permitirá la entrada de 300 camiones diarios, la mitad de lo establecido en el acuerdo de alto el fuego firmado en Sharm el-Sheikh. Esta decisión ha provocado que organizaciones humanitarias acusen a Israel de incumplir sus compromisos y advierten que el bloqueo prolongado “equivale a un crimen de guerra”. Se debe recordar que la ONU estima que en los próximos tres meses deberá alimentar a 2,1 millones de personas, rehabilitar hospitales destruidos y restablecer servicios básicos como el agua y el saneamiento.
Italia también participa en la Misión de Asistencia Fronteriza de la Unión Europea (EUBAM), con ocho carabinieri (miembros de la policía militar italiana) desplegados en Rafah junto a efectivos españoles y franceses. El objetivo es garantizar el tránsito de ayuda y formar personal local. Roma incluso ha propuesto enviar tropas para operaciones de desminado y estabilización, bajo mandato de la ONU, una vez que las condiciones lo permitan.
En este contexto, la iniciativa italiana refleja la reconfiguración del liderazgo europeo en Oriente Medio. Mientras las potencias regionales miden sus pasos y el alto el fuego aún es frágil, Italia intenta llenar el vacío con una acción humanitaria visible y sostenida. Pero su éxito en esa estrategia, como el de toda la reconstrucción de Gaza, dependerá, en última instancia, de si los camiones logran pasar la frontera y convertir las promesas en alivio real para la población gazatí.
16/10/2025