Al menos 44 civiles han perdido la vida y otras 13 personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, tras un ataque armado perpetrado este viernes 21 de marzo contra una mezquita en la región de Tillabéri, en el suroeste de Níger. Las autoridades locales atribuyen las acciones a una filial del Estado Islámico. El hecho ocurrió mientras los fieles realizaban la oración del viernes, uno de los momentos más sagrados para la comunidad musulmana.
La comunidad afectada fue la aldea de Fambita, a unos diez kilómetros de la región de Tillabéri, una zona conocida por su vulnerabilidad ante la violencia yihadista. Según testigos y medios locales, varios hombres fuertemente armados rodearon la mezquita y abrieron fuego contra los fieles, en un acto descrito por el Ministerio del Interior de Níger como «una masacre de una crueldad poco común». Además, los atacantes incendiaron el mercado y varias viviendas durante su retirada, dejando a su paso un escenario de devastación y dolor.
El Ministerio del Interior, en un comunicado leído en la televisión estatal Télé Sahel, confirmó que el ataque fue llevado a cabo por terroristas del Estado Islámico en el Sahel (EIS), antes conocido como Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), esto según publicaciones internacionales. Aunque ningún grupo ha reivindicado oficialmente la autoría del atentado, las autoridades nigerinas han responsabilizado a esta organización y han anunciado un período de luto nacional de 72 horas en memoria de las víctimas.
La región de Tillabéri, ubicada en la zona conocida como las «tres fronteras» (entre Níger, Mali y Burkina Faso), se ha convertido en un refugio para grupos afiliados tanto al Estado Islámico como a Al Qaeda. Esta área, caracterizada por su difícil acceso y la falta de control estatal, es escenario frecuente de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados. Además, la inseguridad en la zona se ha visto agravada por la crisis política desencadenada tras el golpe de Estado del 26 de julio de 2023, que derrocó al presidente electo Mohamed Bazoum e instaló una junta militar en el poder. Desde entonces, Níger ha experimentado un aumento significativo de la violencia, con al menos 2.400 personas asesinadas, según datos de la ONG Acled.
Ante esta situación, el gobierno militar de Níger, liderado por el general Abdourahamane Tiani, ha prometido hacer frente a la inseguridad y garantizar la estabilidad del país. El Ministerio del Interior del país aseguró que «estos crímenes atroces no quedarán impunes» y que los responsables, así como sus cómplices y patrocinadores, serán perseguidos y llevados ante la justicia.
El ataque a la mezquita de Fambita ha conmocionado también a la comunidad internacional provocando que organizaciones humanitarias y líderes mundiales condenaran el acto e hicieran un llamado a una respuesta coordinada para abordar la creciente inseguridad en el Sahel, una región igualmente afectada por la pobreza, el cambio climático, inestabilidad política y que enfrenta ahora una de las crisis humanitarias más graves de su historia.
22/03/2025