Tras dos días del reinicio de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, las consecuencias humanitarias y políticas se han intensificado. Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 436 palestinos, entre ellos 183 niños, han perdido la vida desde que Israel retomó los ataques el pasado martes pasado. Además, 678 personas han resultado heridas, elevando el número total de víctimas desde el 7 de octubre de 2023 a 49.547 muertos y 112.547 heridos. Entre los fallecidos en los últimos días se encuentran cuatro altos cargos del gobierno de Hamás, incluido Essam al Dalis, jefe del Ejecutivo en Gaza, a quien Israel había dado por muerto en noviembre de 2023.
Rehenes y asistentes humanitarios en peligro
Los ataques, que se concentraron en el sur de Jan Yunis, también han afectado a instituciones humanitarias. La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza denunció un ataque israelí contra una sede de la ONU en Deir el-Balah, que dejó un trabajador extranjero muerto y cinco heridos graves. «Este crimen es parte de una política deliberada para obstaculizar la labor de las instituciones humanitarias», señaló la oficina, según Reuters, exigiendo una investigación internacional urgente. Sin embargo, el ejército israelí negó su participación en el ataque y pidió a los medios verificar las informaciones antes de difundirlas.
Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, advirtió que el reinicio de los ataques israelíes pone en riesgo la vida de los 24 rehenes israelíes que se cree aún están con vida. «Este es un golpe cruel para los rehenes y los detenidos palestinos, así como para sus familias», afirmó en un comunicado. Además, destacó que la población gazatí, que apenas comenzaba a reconstruir sus vidas tras los anteriores bombardeos, enfrenta nuevamente un «infierno de bombardeos intensos» bajo un asedio total.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con servicios de emergencia sobrecargados y un número creciente de víctimas. La Defensa Civil de Gaza informó que uno de sus miembros murió en un ataque en Gaza City, elevando a 103 el total de rescatistas fallecidos durante la guerra. Este último fallecimiento subraya los riesgos extremos a los que se enfrentan los equipos de rescate, que trabajan en condiciones extremadamente peligrosas para salvar vidas bajo los escombros.

Israelíes muestran su desacuerdo en las calles
Mientras la violencia se recrudece en Gaza, en Israel miles de personas han salido a las calles para protestar contra el gobierno de Benjamín Netanyahu. Agencias internacionales, indican que los manifestantes bloquearon la entrada principal de Jerusalén y marcharon hacia la residencia del primer ministro, exigiendo el cese de los ataques y criticando los intentos de Netanyahu de destituir al jefe del Shin Bet, Ronen Bar. «Es hora de terminar con esta locura antes de que no nos quede nada que salvar», declaró Shikma Bressler, líder de las protestas. Las tensiones entre Netanyahu y el Shin Bet aumentaron tras la investigación interna de la agencia sobre los fallos de seguridad que permitieron el ataque del 7 de octubre de 2023.
Negociaciones en punto muerto
Pocas horas después de retomar los intensos bombardeos sobre Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que «es solo el comienzo» y cerró la puerta a la vía diplomática: «A partir de ahora, las negociaciones solo tendrán lugar bajo el fuego». Esta postura ha sido respaldada por figuras extremistas dentro de su gobierno, como Itamar Ben Gvir, líder ultraderechista y partidario de la anexión de los territorios palestinos, quien regresó al Ejecutivo tras abandonarlo durante el alto el fuego. «Israel debe volver a luchar en Gaza: este es el paso correcto, moral, ético y más justificado para destruir a Hamás», afirmó Ben Gvir.
Hamás, por su parte, ha reiterado su disposición a negociar, pero insiste en que no se necesitan nuevos acuerdos cuando ya existe uno firmado. Taher al-Nono, funcionario del grupo, afirmó que la puerta al diálogo sigue abierta, aunque Israel ha suspendido el avance hacia la segunda fase del acuerdo de alto el fuego, que implicaría la liberación de los 59 rehenes que aún retiene Hamás a cambio del fin de la guerra y la retirada israelí de Gaza.
La agrupación, ha subrayado que mantiene «constante contacto» con los mediadores internacionales para seguir «negociando de forma flexible y positiva» un acuerdo que ponga fin a la ofensiva. No obstante, esta posibilidad parece lejana, ya que Netanyahu ha dejado claro que su prioridad es continuar con la operación militar hasta alcanzar sus objetivos.
Hamás confirma la pérdida de 4 líderes
Entre los altos cargos de Hamás asesinados en los recientes bombardeos se encuentran figuras clave dentro de la estructura gubernamental y de seguridad de la organización. Essam al Dalis, jefe del Ejecutivo en Gaza, fue uno de los blancos principales. Al Dalis, a quien Israel había declarado muerto en noviembre de 2023, desempeñaba un papel crucial en la administración interna de la Franja de Gaza.
También fallecieron Ahmed al Hatta, viceministro de Justicia, y Mahmud Abu Wafta, viceministro de Interior. Abu Wafta, en particular, era conocido por su papel en la coordinación de las fuerzas de seguridad internas y por su resistencia a los planes israelíes de desestabilización en Gaza. Bahjat Abu Sultan, director general de Seguridad Interna del Ministerio del Interior, también pereció en los ataques. Abu Sultan era responsable de mantener el orden interno y de contrarrestar las operaciones israelíes en el territorio gazatí.
A ellos se suma, Mohammed Al Jamasi, miembro del Buró Político de Hamás, quien era una figura influyente en la toma de decisiones políticas y estratégicas del grupo. Hamás lamentó la muerte de estos líderes en un comunicado, afirmando que su pueblo «se fortalecerá y se volverá más firme al enfrentar la ocupación y sus planes agresivos».
Si bien estas muertes representan un golpe significativo para la estructura de liderazgo de Hamás, la organización ha asegurado que continuará resistiendo y defendiendo sus objetivos políticos y militares. La eliminación de estas figuras clave podría tener implicaciones a largo plazo en la dinámica interna de Hamás y en su capacidad para mantener el control en Gaza.
Ante esta nueva situación, la comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. Naciones Unidas, Reino Unido, China, Rusia y los países árabes han exigido que se vuelva al alto el fuego. Sin embargo, Estados Unidos confirmó que Israel consultó con la Casa Blanca antes de reanudar los ataques, lo que sugiere un respaldo tácito de Washington a las acciones israelíes. El apoyo de Trump a las acciones israelíes demuestran que los palestinos aún tienen un largo camino para respirar en paz y la comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en un conflicto que parece lejos de resolverse, con consecuencias devastadoras para una población ya abatida por el hambre y la falta de recursos básicos.
19/03/2025
María Angélica Carvajal









