La llamada programada para este martes 18 de marzo entre Donald Trump y Vladimir Putin podría ser determinante para el futuro de Ucrania. Ambos líderes discutirán las condiciones de un posible alto el fuego entre Rusia y Ucrania, en unas negociaciones de las que los europeos siguen excluidos, pese a los intentos de Emmanuel Macron por asegurarles un lugar en la mesa de diálogo.
El presidente francés ha multiplicado sus esfuerzos para que Europa no se limite a ser un espectador en este proceso crucial. En este sentido, ha reunido en París a los jefes de Estado Mayor de los países de la OTAN —exceptuando a Estados Unidos—, ha trabajado en un plan de paz junto con el primer ministro británico y se prepara para reunirse este 18 de marzo con el futuro canciller alemán, Friedrich Merz, en Berlín. Además, el día anterior recibió en el Elíseo al nuevo primer ministro de Canadá.
Macron también busca influir en la postura de Donald Trump, disuadiéndolo de hacer concesiones a Putin. En este contexto, ha adoptado un tono cada vez más firme, subrayando que la presencia de tropas aliadas en Ucrania no debe depender de la aprobación del Kremlin. Este punto es clave en las negociaciones, ya que la posible presencia de fuerzas europeas en territorio ucraniano podría garantizar el cumplimiento de un eventual acuerdo de paz.
Un parlamentario del partido Renacimiento destaca que Macron es quien «encarna a Europa» en este periodo de crisis. Su postura le ha permitido mejorar su imagen a nivel nacional, reflejándose en un aumento de su popularidad. Sin embargo, esto no le otorga aún un peso decisivo en las negociaciones sobre el conflicto en Ucrania.
18/03/2025









