Un estudio reciente, realizado en el barrio Hay Hassani de Casablanca, ha evaluado la integración de los migrantes internacionales en Marruecos desde una perspectiva educativa y cultural. Los resultados muestran que más del 50 % de los migrantes en esta zona acceden a la educación en instituciones marroquíes, un indicador clave de su inserción en la sociedad. Además, el árabe es la lengua de comunicación predominante entre ellos, con un 38 % utilizándolo regularmente, mientras que un 40 % también domina el dialecto darija.
La investigación, publicada por el Centro Democrático Árabe Alemán y elaborada por académicos de la Universidad Sultan Moulay Slimane de Beni Mellal, destaca que el 69 % de los migrantes están inscritos en programas universitarios, gracias a becas ofrecidas especialmente a estudiantes africanos. También se observa que un 22 % de los migrantes accede a formación profesional en Marruecos, mientras que un 52 % ha realizado cursos de informática, un 22 % en educación, un 13 % en contabilidad y un 8 % en inglés.
Los investigadores subrayan que esta diversidad formativa refleja la intención de los migrantes de establecerse en Marruecos y de integrarse en el mercado laboral. A diferencia de situaciones de marginalización en otros países, en Marruecos se ha observado una mayor participación de los migrantes en actividades económicas legales, como el comercio, en lugar de recurrir a la mendicidad. Esto es una muestra del éxito de las estrategias implementadas por el país para gestionar el fenómeno migratorio.
El estudio también señala que, aunque la mayoría de los migrantes logra cierta adaptación lingüística y educativa, su participación en actividades recreativas y culturales sigue siendo baja. Según los datos, el 89 % de los encuestados no está inscrito en clubes deportivos o culturales, y un 96 % no participa en competiciones o eventos comunitarios. Esta falta de implicación en la vida social podría dificultar su plena integración y limitar sus oportunidades de interacción con la población local.
Finalmente, el informe destaca los esfuerzos del Marruecos para regularizar la situación jurídica de los migrantes y promover la igualdad en el acceso a servicios esenciales. Estas medidas buscan mejorar su integración social y laboral, evitando riesgos de marginación que podrían derivar en problemas de seguridad o inestabilidad. Los investigadores concluyen que la educación y la capacitación profesional son herramientas clave para convertir a los migrantes en actores del desarrollo, en lugar de simples beneficiarios de políticas de integración.
07/02/2025