Las amenzas del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de endurecer las sanciones contra Irán, pone a este país en más aprietos económicos y en una carrera por recuperar 25 millones de barriles de petróleo atrapados en China desde 2018.
Hace seis años, luego de Trump decidiera cancelar las comprar de crudo a Irán, concedió permisos temporales para que algunos compradores adquirieran petróleo iraní, momento que fue aprovechado por ese país para enviar una gran carga de barriles a China y venderlos a países asiáticos.
Sin embargo, en 2019 Trump restableció y endureció las sanciones, y China siguió la política, por lo que prohibió la salida desde sus puertos y desde entonces los 25 millones de barriles estan embodegados en dos puertos chinos.
El Economista español informa que Irán ha negociado su salida durante este tiempo, pues se calcula que la inversion allí almacenada es de 1750 millones de dólares, una cantidad que podría aliviar la economia iraní de su bajo rendimiento.
No obstante, sólo la operadora de tanques PDA Energy en el puerto chino de Dalian exige el pago de 450 millones de dólares por cargo de almacenamiento. Mientras, las tarifas cobradas por el puerto en Zhoushan, se mantienen en privado.
Tan sólo en diciembre pasado, Reuters publicó que el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, viajó a Pekín en busca de una solución, sin embargo, el tema es complejo. Un funcionario iraní detallo a la agencia internacional que Irán tendría que recargar el petróleo y hacer una transferencia de barco a barco en alta mar y redocumentar el origen de esos barriles para poderlo vender, un obstáculo difícil de vencer ya que es la comunidad internacional está clara de que ese petróleo en China es iraní.
Si bien, Irán ha esquivado las sansiones estadounidenses mediante algunas maniobras clandestinas, en esta ocasión, la visibilidad del problema minimiza la capacidad de acción de Irán, a la vez que delatan su vulnerabilidad a las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos.
En el ámbito económico, este tema perjudica la imagen de China, pues, aunque el gigante asiático se proclama independiente de las sanciones estadounidenses, el caso del petróleo iraní refleja lo contrario.
China es el principal comprador de crudo de Irán para su consumo interno, pero en este caso, los barriles atrapados deben pagar costos de almacenaje para poder ser liberados y vendidos. Las autoridades iraníes urgen la salida de esta carga de millones de barriles antes de que termine el mes de enero y Trump regrese a la Casa Blanca con un nuevo paquete de sansiones, como lo ha prometido.
10/1/2025