Al menos 37 personas, incluidos cinco civiles, perdieron la vida el jueves en enfrentamientos entre fuerzas dominadas por los kurdos y facciones respaldadas por Turquía en el norte de Siria, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los combates, que tuvieron lugar en las afueras de Manbij, contaron con el apoyo aéreo turco y dejaron la mayoría de las víctimas entre los combatientes pro-turcos, además de seis integrantes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Desde diciembre, Manbij ha sido escenario de intensos enfrentamientos, con un saldo de al menos 322 muertos. Este repunte de la violencia se dio tras la toma del poder en la zona por parte de grupos islamistas rebeldes. Las FDS, consideradas clave en la coalición internacional contra el Estado Islámico, han liderado la lucha contra este grupo, logrando controlar grandes extensiones del noreste de Siria tras la retirada de las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad.
Turquía, por su parte, acusa a las Unidades de Protección Popular (YPG), principal componente de las FDS, de mantener vínculos con grupos separatistas kurdos en su territorio. Esto ha provocado tensiones, con Ankara amenazando con lanzar una operación militar. Frente a esta situación, Mazloum Abdi, líder de las FDS, pidió a Damasco que intervenga para apoyar un cese al fuego.
En paralelo, Estados Unidos afirmó que trabaja intensamente para atender las preocupaciones legítimas de Turquía en materia de seguridad y evitar una ofensiva contra los combatientes kurdos en Siria, según declaraciones del secretario de Estado, Antony Blinken. La ciudad de Manbij, que estuvo bajo control kurdo durante años, cayó en diciembre en manos de facciones pro-turcas, aumentando aún más la inestabilidad en la región.
09/01/2025









