El proyecto de la línea de alta velocidad (LGV) que conectará Kénitra y Marrakech se consolida como una de las iniciativas más ambiciosas del transporte ferroviario en Marruecos. Con un presupuesto de cerca de 2.000 millones de euros, Francia se posiciona como un socio estratégico clave en esta obra, fortaleciendo los lazos de cooperación con Marruecos. Este plan busca modernizar la red ferroviaria nacional y refleja una colaboración bilateral que ha sido impulsada por acuerdos recientes y una visión conjunta de desarrollo a gran escala.
En este marco, el ministro marroquí de Transporte y Logística, Abdessamad Kayouh y Christophe Lecourtier, embajador de Francia en Marruecos, sostuvieron un encuentro con fecha del 26 de diciembre de 2024, para afianzar la colaboración en este sector. Entre los acuerdos destacados figura la adquisición de 18 trenes de alta velocidad de la marca Alstom, además de contratos relacionados con mantenimiento y transferencia tecnológica. Estos avances se enmarcan en la Declaración de «Asociación de Excepción Reforzada», firmada en octubre pasado, que ha permitido consolidar proyectos estratégicos como este.
Paralelamente, Marruecos ha anunciado un plan de inversión ferroviaria de 8.000 millones de euros, que incluye la extensión de líneas de alta velocidad y la renovación de su red convencional. Asimismo, el país ha lanzado una licitación internacional para adquirir unidades automotrices, con cláusulas que fomentan la producción local de equipos ferroviarios. Estas medidas buscan promover la transferencia de tecnología y aumentar la integración local en la fabricación de material ferroviario.
Esta estrategia apunta a consolidar un ecosistema ferroviario que impulse la economía nacional. Además, se prioriza el desarrollo de una movilidad sostenible y adaptada a las crecientes necesidades del país. Con la modernización del transporte ferroviario, Marruecos reafirma su compromiso con una infraestructura eficiente, inclusiva y ambientalmente responsable.
03/01/2025









