La frontera de Suiza, que se extiende por los Alpes, está definida principalmente por glaciares y áreas de nieve eterna. Recientemente, el país ha enfrentado un derretimiento acelerado del hielo, perdiendo un 10% de su volumen de glaciares en solo dos años, con un aumento en la tasa de deshielo en 2024. Este fenómeno está provocando que las temperaturas en los Alpes aumenten el doble de rápido que en otras regiones del mundo.
Ante estos cambios climáticos, Suiza e Italia han decidido ajustar su frontera montañosa bajo el famoso pico del Matterhorn. El gobierno suizo ha observado que «secciones importantes de la frontera están delimitadas por cuencas hidrográficas y crestas de glaciares, que están cambiando debido al deshielo».
Europa, siendo el continente que más se calienta, ve a los Alpes sufriendo los efectos de manera dramática. Datos del servicio meteorológico Copernicus de la Unión Europea indican que los glaciares de la región han perdido un 10% de su volumen en los últimos dos años y podrían perder hasta la mitad de su hielo para 2050, incluso si el aumento de la temperatura global se limita a menos de 2°C en comparación con los niveles preindustriales.
El deshielo de los glaciares trae no solo cambios geográficos, sino también riesgos. En julio de 2022, un bloque de hielo se desprendió del glaciar de Marmolada, en los Dolomitas, resultando en la muerte de 11 alpinistas tras un registro de temperaturas extremas.
En la famosa estación de esquí de Zermatt, donde esquiadores y caminantes transitan entre Suiza y el valle Valtournenche en Italia, los dos países han acordado adaptar la frontera en torno a puntos como Testa Grigia, Plateau Rosa, Rifugio Carrel y Gobba di Rollin, teniendo en cuenta sus intereses económicos.
Mientras Suiza ya ha aprobado el tratado de ajuste de frontera, Italia aún debe formalizar su firma en los cambios propuestos.
2/10/2024