La decisión de México de no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión de la nueva presidente electa ha generado polémica y tensiones diplomáticas inesperadas entre ambos países.
España asegura que se trata de una situación sin precedentes ante su buena relación política y económica con América Latina, mientras la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, insiste en que la corona española es la responsable por negarse a pedir disculpas por sus conductas contra los pueblos indígenas durante la conquista.
En su cuenta social X, Sheinbaum defiende su postura con la justificación de que México elevó los derechos de los pueblos indígenas a rango constitucional y que su próximo gobierno apuesta por establecer una relación respetuosa y sólida con España pero desde una renovación de la perspectiva histórica donde se otorgue reconocimiento a los pueblos antepasados.

Publicaciones en La Sexta afirman que el gobierno español ha calificado la acción como “indignante” y han generado malestar diplomático. A lo que la nueva líder mexicana responde que confía en que su gobierno marque el inicio de una nueva relación de amistad y fortalecer los importantes vínculos económicos, sociales y culturales con España mediante “vías de entendimiento”.
El Rey español ha asistido a más de 80 tomas de posesión de presidentes en países latinoamericanos desde hace 28 años, tanto como príncipe o ya como monarca.
26/09/2024