La inteligencia artificial (IA) presenta un doble filo en su impacto sobre los sistemas democráticos, según alertó el Secretario General de la ONU, António Guterres. Por un lado, puede fortalecer la democracia al promover la participación pública, mejorar la igualdad y contribuir al desarrollo humano. Pero sin una regulación adecuada, la IA también puede desestabilizar estos sistemas al difundir desinformación, alimentar discursos de odio y distorsionar la opinión pública a través de la creación de personajes o situaciones ficticias, conocidos como ‘deepfakes’.

Durante el Día Internacional de la Democracia, Guterres subrayó la importancia de proteger los derechos humanos, la libertad de expresión y el estado de derecho, mientras que destacó los riesgos de la erosión de libertades y la intensificación de la polarización global. Reiteró que, aunque la IA tiene el potencial de ser una herramienta positiva para la educación democrática y la inclusión cívica, su aprovechamiento seguro y equitativo requiere una gobernanza robusta a nivel internacional.
Guterres aprovechó la conmemoración para llamar a una cooperación internacional más fuerte para gestionar los beneficios y riesgos de la IA, destacando un reciente informe del Órgano Consultivo de Alto Nivel de las Naciones Unidas que incluye recomendaciones sobre esta materia. Insistió en que el enfoque debe estar en hacer que la IA sirva de manera justa a la humanidad, y subrayó la importancia de la próxima Cumbre del Futuro como un foro crucial para discutir estos temas a nivel global.