Caracas ha llamado a consultas a su embajadora en Madrid y ha convocado al embajador español en Venezuela tras las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien calificó al gobierno de Nicolás Maduro de «dictadura». El ministro de Exteriores venezolano, Yvan Gil, denunció las palabras de Robles como «insolentes y groseras» y señaló que evidencian un deterioro en las relaciones bilaterales. España, por su parte, ha calificado la decisión de Venezuela como «soberana» y ha reiterado su voluntad de mantener las mejores relaciones posibles con el pueblo venezolano.
Esta escalada de tensión diplomática coincide con la llegada a España del opositor venezolano Edmundo González Urrutia, quien se autoproclama vencedor de las últimas elecciones presidenciales. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, recibió a González Urrutia y expresó su apoyo a la democracia y los derechos humanos en Venezuela.

Previamente, el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, había instado a romper relaciones con España tras la aprobación en el Congreso de una resolución del Partido Popular que pedía el reconocimiento de González Urrutia como presidente. La situación entre ambos países se encuentra en un punto crítico, con un futuro incierto para las relaciones bilaterales.
13/09/2024