La Ruta Canaria ha cobrado al menos 702 vidas en los primeros siete meses de 2024, superando al Mediterráneo Central, que registró 699 fallecimientos en el mismo período. Según ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), estas cifras representan estimaciones mínimas, ya que muchos naufragios quedan sin ser reportados. Aunque el Mediterráneo Central ha sido históricamente la ruta más peligrosa, la Ruta Atlántica a Canarias ahora lidera en mortalidad, con una tasa de una muerte por cada 31 personas que sobreviven.

A pesar de que en 2023 la Ruta Canaria registró un récord de 40.330 personas rescatadas, este año continúa batiendo cifras con 21.675 rescatados hasta julio, mientras que el Mediterráneo Central ha visto una contención de flujos con 33.576 rescatados. Sin embargo, la mortalidad en la Ruta Canaria es significativamente más alta en comparación con otras rutas, con un 55 % más de fallecimientos que en la zona más peligrosa del Mediterráneo, al norte de Libia.
Organizaciones como Caminando Fronteras afirman que el número real de muertes es mucho mayor que las cifras oficiales de la ONU. Según esta ONG, en los primeros cinco meses de 2024, murieron 5.054 personas rumbo a España, con 4.808 de esas muertes ocurriendo en la Ruta Canaria, lo que subraya la peligrosidad de esta travesía para los migrantes.
19/9/2024