Un foro celebrado en Ciudad del Cabo ha puesto de manifiesto el potencial de las economías emergentes como impulsoras de iniciativas de desarrollo sostenible, particularmente en la transición hacia la neutralidad de carbono. De hecho, expertos han subrayado que, a diferencia de los países desarrollados, estas economías han logrado un notable progreso social y económico, ofreciendo modelos que podrían ser replicados por otras naciones en desarrollo.
No obstante, el cambio climático se presenta como un desafío crucial que amenaza con revertir estos avances. En este sentido, el presidente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), Jin Liqun, alertó sobre el impacto de la crisis ambiental en los ecosistemas y la economía global, especialmente en países en desarrollo que enfrentan un crecimiento económico lento, un aumento de la deuda y un déficit de inversión anual en Objetivos de Desarrollo Sostenible de 4 billones de dólares.

Por consiguiente, los participantes del foro abogan por una reforma de la arquitectura financiera internacional para hacer frente a los desafíos del desarrollo y el cambio climático. Además, se enfatiza la necesidad de una mayor cooperación entre bancos multilaterales para impulsar proyectos de infraestructura sostenible y, a su vez, movilizar instituciones financieras locales que conecten capital e innovación internacional con proyectos de desarrollo locales.
03/09/2024