En los primeros siete meses de 2024, 25 millones de brasileños se sumaron a las apuestas deportivas en línea, un crecimiento vertiginoso que superó la velocidad de propagación del COVID-19 en el país. Este fenómeno ha alcanzado a una población equivalente a la de Colombia y ha generado preocupación por sus efectos negativos. Según un estudio del Instituto Locomotiva, el 86% de los apostadores están endeudados y el 64% figuran en listas de morosos, lo que indica un vínculo preocupante entre las apuestas y el deterioro financiero.

El estudio también reveló el impacto psicológico de las apuestas, donde el 67% de los entrevistados conocen a alguien adicto a esta práctica. La mayoría de los apostadores experimentan ansiedad, cambios de humor y estrés, y el 45% ha sufrido pérdidas económicas significativas. A pesar de los riesgos, muchos ven en las apuestas una forma de escape emocional, con sentimientos de emoción y alivio que a veces motivan a seguir apostando, incluso cuando la pérdida es mayor que las ganancias.
Este rápido aumento en el número de apostadores se ha producido tras la regulación de las apuestas en línea en Brasil en 2023. Aunque la actividad está en proceso de reglamentación, el impacto social y económico de las apuestas en línea ya está generando preocupaciones significativas, tanto por los problemas de salud mental como por las dificultades financieras que están afectando a millones de brasileños.
31/8/2024