El 29 de agosto, Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, destaca la importancia de poner fin a estas pruebas de manera definitiva. Desde 1945, más de dos mil ensayos nucleares han dejado un legado de devastación ambiental y problemas de salud a largo plazo en todo el mundo. A pesar de los avances logrados con el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), que ha reducido significativamente el número de ensayos desde su adopción en 1996, este acuerdo crucial aún no ha entrado en vigor.

El TPCE ha sido firmado por 187 Estados y ratificado por 178, lo que refleja un apoyo casi universal. Sin embargo, la falta de ratificación por parte de ocho países clave, incluyendo Estados Unidos y China, impide que el tratado entre en vigor. Esta situación genera incertidumbre y preocupación, especialmente ante las recientes insinuaciones sobre la posible reanudación de ensayos nucleares, lo que podría socavar la seguridad global y la confianza internacional.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado urgente a los países pendientes de ratificación para que lo hagan de inmediato y sin condiciones. Guterres subrayó que los ensayos nucleares han dejado un legado destructivo que no debe repetirse. La ratificación completa del TPCE es esencial para garantizar un futuro libre de ensayos nucleares y proteger a las generaciones futuras de las terribles consecuencias de estas armas.
En el contexto actual de tensiones globales, es vital que los líderes mundiales tomen decisiones audaces y basadas en principios para asegurar la plena implementación del TPCE. Solo a través de la cooperación internacional y la ratificación total del tratado se podrá evitar un retorno a la peligrosa era de ensayos nucleares sin restricciones, asegurando así un mundo más seguro para todos.
30/8/2024