Dos años y medio después de la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia, la situación en el país sigue siendo desesperada, con un aumento dramático en el número de víctimas civiles y la amenaza constante de un incidente nuclear. El último informe presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU revela que julio fue el mes más mortífero para los civiles ucranianos en casi dos años, con al menos 219 muertos y 1018 heridos. Miroslav Jenča, Secretario General Adjunto de la ONU para Europa, Asia Central y las Américas, subrayó la devastación y el sufrimiento inimaginables que continúan enfrentando millones de ucranianos, reiterando el llamado a cesar inmediatamente los ataques contra civiles e infraestructura civil.
La situación en la región de Donetsk se ha vuelto particularmente grave, con informes de ataques recientes contra hoteles, restaurantes y mercados que están alarmantemente en aumento. Estos ataques no solo violan el derecho internacional humanitario, sino que también reflejan una escalada en el conflicto que pone en riesgo la vida de los civiles y la estabilidad de toda la región. Además, el aumento de la actividad militar alrededor de instalaciones nucleares, como los incidentes reportados en la central nuclear de Zaporizhzhia, ha elevado el temor a un desastre nuclear, que podría tener consecuencias catastróficas no solo para Ucrania sino para toda la región y más allá.

Frente a esta situación crítica, la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para asegurar que la ayuda humanitaria alcance a todos los necesitados, especialmente a medida que se acerca el invierno y las condiciones se vuelven aún más duras. La próxima Cumbre del Futuro es una oportunidad crucial para que los líderes mundiales refuercen la colaboración global y trabajen hacia una solución justa y duradera que ponga fin a la violencia y restaure la paz en Ucrania. La urgencia de estas acciones nunca ha sido más evidente, y el mundo debe responder con decisión y compasión para evitar una tragedia mayor.
29/8/2024