Según United States Institute of Peace, Francia ha reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, un movimiento que marca un paso importante hacia la resolución de uno de los conflictos más antiguos de África. Esta decisión, junto con la ventaja militar de Marruecos, deja al Frente POLISARIO, que lidera el movimiento independentista saharaui, con pocas opciones más allá de aceptar alguna forma de autonomía dentro de Marruecos. Aunque esta situación es insatisfactoria para los aproximadamente 173.000 saharauis que viven en campamentos de refugiados, se presenta como la mejor oportunidad para negociar las mejores condiciones de paz posibles con Marruecos.
El conflicto por la independencia del Sáhara comenzó en los años 70, cuando España todavía controlaba el territorio. Tras la retirada de España en 1975, Marruecos reclamó y ocupó la región, integrándola gradualmente bajo su soberanía. A pesar del apoyo de Argelia, el Frente POLISARIO no ha logrado liberar el territorio ni establecer la República Árabe Saharaui Democrática. En 1991, las Naciones Unidas intentaron mediar en el conflicto, estableciendo una misión de paz que debería haber organizado un referéndum sobre el estatus del territorio, pero este nunca se llevó a cabo, y Marruecos ha continuado desarrollando e integrando la región en su estado.

El reconocimiento de la soberanía marroquí por parte de Francia se suma al apoyo de otras 37 naciones, un cambio significativo desde que en 2020 el expresidente estadounidense Donald Trump proclamara el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre todo el Sáhara. Como antigua potencia colonial en el Magreb, la influencia de Francia es crucial, y su decisión de abandonar la neutralidad en esta cuestión refleja un creciente consenso internacional en favor de las reclamaciones de Marruecos.
El Frente POLISARIO ha rechazado hasta ahora el plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007, que permite a la población local gobernar sus asuntos internamente, mientras Marruecos mantiene el control sobre el territorio. Sin embargo, la incapacidad del POLISARIO para lograr la independencia militarmente plantea la necesidad de reconsiderar esta oferta y negociar mejores condiciones.
Una de las principales preocupaciones de los saharauis es el derecho al retorno de los refugiados y las posibles compensaciones por las propiedades que no puedan recuperar. Marruecos ha ofrecido una amnistía general, pero quedan muchas dudas sobre quiénes estarían cubiertos por esta medida, especialmente los prisioneros saharauis detenidos en Marruecos. Es probable que el Frente POLISARIO también busque garantizar una representación política significativa dentro del marco del estado marroquí.
El tiempo apremia para que el Frente POLISARIO y sus aliados negocien antes de que las circunstancias se tornen aún menos favorables. Con Marruecos consolidando su control sobre el Sáhara y el creciente apoyo internacional, la ventana para alcanzar un acuerdo que garantice ciertos derechos y concesiones para el pueblo saharaui podría estar cerrándose rápidamente.
Este cambio en el reconocimiento internacional y la falta de progreso en las negociaciones lideradas por la ONU sugieren que la mejor oportunidad para el Frente POLISARIO y los saharauis radica en negociar los términos de una autonomía que les ofrezca el mayor grado posible de autogobierno dentro del marco del estado marroquí.
14/08/2024