La economía de América Latina y el Caribe continúa su lento avance, con un crecimiento proyectado de solo un 1,8% para 2024, según el informe anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Aunque se espera una ligera mejora para 2025, con un crecimiento del PIB de 2,3%, la región sigue atrapada en una dinámica de bajo crecimiento.

Estancamiento económico y sus causas
La CEPAL describe esta situación como una «trampa de bajo crecimiento», influenciada por una combinación de factores internos y externos que incluyen un desempeño deficiente en la inversión, baja productividad laboral, tensiones geopolíticas y posibles disrupciones en las cadenas de suministro globales. Estos elementos, junto con limitaciones en las políticas fiscales y monetarias, han contribuido a este estancamiento.
Los datos del informe muestran que todas las subregiones estarán afectadas por este bajo crecimiento en 2024: América del Sur crecerá un 1,5%, Centroamérica y México un 2,2%, y el Caribe (sin incluir a Guyana) un 2,6%. Para 2025, se espera que América del Sur lidere la recuperación con un crecimiento del 2,4%.
Necesidad de políticas integradas
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, destacó la urgencia de fortalecer las políticas de desarrollo productivo, complementándolas con políticas macroeconómicas, laborales y de adaptación y mitigación del cambio climático. Según Salazar-Xirinachs, estas medidas son esenciales para impulsar la inversión y la productividad, y lograr un crecimiento inclusivo y sostenible.
Debilitamiento del consumo y la inversión
El informe de la CEPAL también señala un debilitamiento en el consumo y la formación bruta de capital fijo, como reflejo del deterioro del poder adquisitivo de los salarios reales, la baja creación de empleo y la reducción de la confianza del consumidor. Este debilitamiento está vinculado a políticas monetarias restrictivas y a las altas tasas de interés necesarias para controlar la inflación, junto con las fluctuaciones en los precios de las materias primas y las tensiones geopolíticas.
Empleo informal y cambio climático
El crecimiento del empleo en la última década ha sido impulsado principalmente por el trabajo informal, especialmente entre mujeres. La CEPAL advierte que este tipo de empleo se concentra en sectores de baja productividad, como la construcción, el comercio y los servicios, lo que representa un desafío estructural para la región. Para enfrentar este reto, el informe sugiere fortalecer las capacidades de la fuerza laboral y crear empleos en sectores con mayor productividad.
Además, el cambio climático es una amenaza significativa para la economía de la región. La CEPAL subraya que América Latina y el Caribe es vulnerable a los efectos del cambio climático, y que si no se implementan políticas de adaptación y mitigación, podría haber una pérdida considerable de empleos, especialmente en sectores como la agricultura y el turismo. Según el informe, de no tomarse medidas, la región podría perder hasta 43 millones de empleos para 2050.
Conclusión
El informe de la CEPAL deja claro que la región enfrenta desafíos considerables que requieren la implementación de políticas integradas para salir de la trampa de bajo crecimiento. La adaptación y mitigación del cambio climático son esenciales para evitar mayores costos económicos y sociales en el futuro.
14/8/2024