El 9 de julio de 2024, Margaret Satterthwaite, relatora especial de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados, instó a un proceso transparente y meritocrático en la elección de nuevos magistrados para la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Apelaciones de Guatemala. Con los mandatos actuales finalizando en octubre de 2024, el Congreso guatemalteco enfrenta la responsabilidad de seleccionar a los nuevos magistrados basándose en listas proporcionadas por Comisiones de Postulación recientemente juramentadas.
Satterthwaite, destacando la importancia del papel de la sociedad civil, enfatizó que todos los criterios de evaluación de candidatos deben ser públicos, incluyendo aspectos como capacidad, especialidad, idoneidad, honradez y honorabilidad. Además, señaló que es esencial que la sociedad civil participe activamente en el proceso de revisión de candidatos y en la supervisión del proceso electoral.

La relatora también alertó sobre la importancia de evitar los retrasos que han caracterizado procesos anteriores, donde los nombramientos se han extendido más allá de los plazos legales. Subrayó la necesidad de un esquema de evaluación claro, con una puntuación específica para cada criterio y métodos de evaluación bien definidos, incluyendo los estándares para aceptar o excluir objeciones a las candidaturas.
En cuanto a la honradez y honorabilidad, Satterthwaite criticó que la ausencia de una sentencia penal no es suficiente, instando a los candidatos a presentar una declaración jurada pública de bienes y otra de conflictos de interés personales y comerciales. Estas medidas buscan garantizar que los futuros magistrados actúen con la máxima integridad.
Estas recomendaciones, presentadas en un comunicado oficial este martes, apuntan a fortalecer el sistema judicial de Guatemala, garantizando que los magistrados nombrados sean de alto calibre y representen los intereses más amplios de la sociedad guatemalteca.
9/7/2024