Mientras la empresa brasileña Petrobras aguarda la licencia para explorar petróleo en la Foz del Amazonas, científicos están proponiendo la creación de una unidad de conservación y de un Instituto de la Foz del Amazonas. Ronaldo Francini Filho, profesor de la Universidad de São Paulo (USP), y su equipo estudian los recifes del Atlántico bajo la influencia del río Amazonas para entender su funcionamiento.
La situación es crítica debido al aumento de la temperatura del océano y la amenaza de blanqueamiento de corales, exacerbada por el cambio climático. Además, la explotación petrolera representa otro riesgo para el Gran Sistema de Recifes de la Amazonía, una extensa estructura marina que se extiende por 9,500 kilómetros cuadrados.
Petrobras está esperando permiso del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) para explorar petróleo en el bloque FZA-M-59, cercano al recife. Mientras tanto, Francini Filho y otros científicos buscan proteger la región antes de que la industria petrolera se instale.
La investigación en la Foz del Amazonas es compleja debido a las fuertes corrientes marinas. Los científicos están recopilando datos para comprender mejor la biodiversidad y los posibles impactos de la exploración petrolera. El recife amazónico, hogar de especies como el pargo, también está conectado con el mayor manglar del mundo.

Hudson Pinheiro, investigador de la USP, destaca la singularidad y la conectividad de la región, que alberga especies presentes también en el Caribe. En 2018, durante una expedición, Francini Filho descubrió esponjas-barril gigantes que actúan como filtros naturales en el ecosistema.
El Museo Goeldi en Belém apoya la creación del Instituto de la Foz del Amazonas para avanzar en el conocimiento científico de la región, tanto para su conservación como para su posible explotación. Amilcar Mendes, geólogo del museo, señala que las dificultades de navegación en la zona son una de las limitaciones para la explotación petrolera.
La urgencia de decidir sobre la exploración de Petrobras destaca la necesidad de más estudios sobre la composición del recife y los riesgos de derrames de petróleo. Los investigadores también insisten en incluir a las comunidades tradicionales e indígenas en la toma de decisiones, basándose en las mejores evidencias científicas disponibles.
José Pedro de Oliveira Costa, profesor de la USP, recuerda que ya se discutió proteger la Foz del Amazonas en 2017, pero la resistencia, especialmente por el interés en el petróleo, aplazó la iniciativa. El avance en la creación de una unidad de conservación requiere apoyo financiero, que podría provenir de programas como el Fondo Amazonía.
09/07/2024