Ayer, el ministro de Defensa de Mozambique, Cristóvão Chume, reconoció que los terroristas continúan generando inseguridad al norte del país, en algunas zonas de Cabo Delgado, a pesar de los significativos avances en la lucha contra el extremismo violento. Estas declaraciones se realizaron durante la clausura de la Misión Militar de África Austral (SAMIM) en la región.
Chume destacó que las operaciones conjuntas con Ruanda y SAMIM han destruido bases rebeldes, permitido el retorno de la población y la reapertura de instituciones en los distritos afectados. Sin embargo, aún persisten movimientos y ataques esporádicos de insurgentes, causando preocupación entre los habitantes locales.

El jefe de la SAMIM, Mpho Molomo, elogió la solidaridad de los países de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) en el combate al terrorismo. La misión, iniciada en 2021, se extenderá hasta julio de 2024 y ha sido clave para contener la inseguridad en la región.
Cabo Delgado enfrenta una insurgencia armada desde 2017, con ataques reclamados por grupos asociados al Estado Islámico. El último gran ataque ocurrió en mayo de 2023 en Macomia, resultando en varios muertos y fuertes combates con las fuerzas de seguridad. El presidente de Mozambique afirmó que la mayoría de las bases terroristas han sido desmanteladas, aunque los insurgentes aún generan pánico en las áreas rurales.
05/07/2024