El presidente de la República, Emmanuel Macron, quien apostó por las divisiones de la izquierda y el rechazo a la ultraderecha para obtener una mayoría absoluta tras su decisión de disolver la Asamblea Nacional, sufrió una dura derrota en la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas, quedando muy por detrás del partido Agrupación Nacional, que se encuentra a las puertas del poder.
Al anunciar la disolución de la Asamblea Nacional el 9 de junio, Macron contaba con las divisiones de la izquierda, evidentes durante la campaña de las elecciones europeas, y esperaba una nueva formación del ‘barrage républicain’ para ganar en la segunda vuelta contra la ultraderecha. Esta estrategia, que había funcionado previamente en la segunda vuelta de la presidencial de 2017 y 2022 para vencer a Marine Le Pen y obtener una mayoría relativa en las legislativas de 2022, esta vez no tuvo el resultado esperado.
La barrera republicana, que ya había mostrado fisuras dos años atrás permitiendo que el Rassemblement National (RN) obtuviera un número récord de 89 diputados, se vio aún más debilitada. Macron y un pequeño grupo de asesores consideraron que el riesgo valía la pena, confiados en la efectividad de su maniobra política.

Sin embargo, la realidad fue diferente y la coalición presidencial Ensemble solo alcanzó el 20% de los votos, quedando en tercer lugar detrás del RN con 33.1% y del Nuevo Frente Popular con 28%. Los resultados revelaron una grave miscalculación por parte de Macron, quien a pesar de sus esfuerzos por unificar a los votantes bajo su nombre, enfrentó un rechazo generalizado de sus propios candidatos, quienes prefirieron distanciarse de su imagen en sus campañas.
En vista de la inminente segunda vuelta, donde se decidirá la mayoría de los escaños, el panorama político se perfila incierto. Macron ha hecho un llamado a un amplio agrupamiento democrático y republicano para contrarrestar a la ultraderecha, mientras que la posición de los demás partidos y candidatos será decisiva para determinar los resultados finales.
Este escenario pone de manifiesto no solo la caída de Macron y su movimiento, sino también el desafío significativo que representa el fortalecimiento de la ultraderecha en Francia. Ahora, Macron se enfrenta al desafío de evitar que su presidencia culmine con la entrega del poder a la extrema derecha, una situación que marcaría profundamente el futuro político de Francia.
1/7/2024