Empoderar a los jóvenes para combatir el discurso de odio es fundamental en la era digital actual. Con más de 1,200 millones de jóvenes alrededor del mundo, su influencia en la construcción de comunidades más inclusivas y respetuosas es innegable. Al ser ellos mismos frecuentemente el blanco de discursos de odio, pero también portavoces potenciales de cambio, su rol es crucial para desafiar y revertir las narrativas dañinas que permean nuestras sociedades.
El poder de la juventud en la lucha contra el discurso de odio se manifiesta principalmente a través de plataformas digitales, donde su habilidad para navegar en el entorno virtual y su predisposición a enfrentar temas complejos les convierte en agentes de cambio poderosos. La innovación y la creatividad juvenil son herramientas clave para contrarrestar el impacto de las retóricas que buscan dividir y perjudicar a grupos vulnerables.
Este enfoque no solo es crucial por razones morales y éticas, sino también porque el discurso de odio tiene el potencial de desestabilizar sociedades, fomentar conflictos y violaciones extensas de derechos humanos. De hecho, las Naciones Unidas han identificado la lucha contra el discurso de odio como un área prioritaria, dada su conexión directa con la protección de los derechos humanos y la prevención de atrocidades.
El lanzamiento de la Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas para combatir el discurso de odio el 18 de junio de 2019 marcó un hito importante. Este plan define claramente el discurso de odio y propone estrategias concretas para abordarlo a nivel global, destacando la falta de una definición universal del concepto según el derecho internacional de los derechos humanos, lo que añade complejidad al problema.
La resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU en julio de 2021, que proclama el 18 de junio como Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio, refuerza esta iniciativa. Este día se celebra con eventos que promueven el diálogo y la tolerancia, resaltando la necesidad de combatir retóricas discriminatorias y xenófobas.
Combatir el discurso de odio es esencial no solo para prevenir la violencia y los crímenes atroces que pueden preceder, sino también para construir sociedades más equitativas y pacíficas. Los jóvenes, armados con recursos y plataformas que apoyen su activismo, son fundamentales en este esfuerzo. Por tanto, es crucial que tanto gobiernos como organizaciones internacionales y locales brinden apoyo continuo a los jóvenes, permitiéndoles liderar el camino hacia un futuro sin odio.
19/6/2024









