Desde enero de este año hasta mediados de junio, la provincia de Kivu Norte en la República Democrática del Congo ha sido escenario de una crisis médica devastadora, con casi 28.000 personas fallecidas debido a la falta de sangre para transfusiones, aporta Europaress. Esta cifra alarmante fue confirmada por el Centro Provincial de Transfusiones (CPTS) que registra un total de 27.936 muertes, lo que representa una media de seis muertes cada hora.
La región, conocida por su constante estado de conflicto, sufre no solo por la violencia de grupos armados, sino también por una profunda escasez de recursos médicos. Según Liliane Bwiza, coordinadora del CPTS, el déficit de sangre ha tenido un impacto mortal principalmente en dos grupos: civiles heridos por disparos en enfrentamientos y mujeres con complicaciones hemorrágicas durante el parto.
Kivu Norte es un hervidero de enfrentamientos armados, incluidos los combates continuos entre el Ejército congoleño y las milicias del Movimiento 23 de Marzo, entre otros grupos. Este ambiente de violencia exacerbada ha llevado a un aumento de las necesidades médicas, especialmente en lo que respecta a transfusiones de sangre. La doctora Bwiza destacó que la región necesita urgentemente 78.000 bolsas de sangre, pero actualmente solo dispone de 42.000.
Este déficit crítico no solo subraya la gravedad de la crisis humanitaria en la región, sino que también pone de relieve las dificultades logísticas y de seguridad que impiden una respuesta médica eficaz. La comunidad internacional y las organizaciones de ayuda están llamadas a intervenir, no solo para mitigar la violencia, sino también para proporcionar los recursos médicos necesarios para evitar una mayor pérdida de vidas.
La tragedia de Kivu Norte es un recordatorio sombrío de cómo los conflictos armados continúan desgarrando el tejido social y sanitario de las comunidades, dejando a su paso un rastro de muerte y desesperación que demanda una atención y respuesta globales inmediatas.
16/6/2024