Los actuales conflictos en Gaza y Ucrania son los principales factores detrás de la notable caída en los niveles de paz mundial durante el año 2023, revela un reciente informe del Instituto de Economía y Paz. Este estudio indica que el mundo se encuentra en una encrucijada crítica, donde sin un esfuerzo concertado para la resolución de conflictos, existe el riesgo de que surjan confrontaciones mayores, similar a las actuales en Gaza e Israel, y la guerra en Ucrania contra Rusia.
El último Índice Global de Paz, publicado hoy por el diario El Obrero, que evalúa 163 países cubriendo el 99.7% de la población mundial, identifica un total de 56 conflictos activos a nivel global, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. Estos conflictos han crecido en alcance internacional, con 92 naciones implicadas en confrontaciones fuera de sus fronteras. Según el informe, estos «conflictos menores» incrementan la probabilidad de desencadenar conflictos más graves en el futuro.

En 2023, los conflictos resultaron en 162,000 muertes, siendo la segunda cifra más alta en los últimos treinta años. Ucrania, por su parte, registró 83,000 de estas muertes, mientras que las estimaciones apuntan a al menos 33,000 muertes en Palestina hasta abril de 2024.
El informe también alerta que, si la tendencia de los primeros meses de 2024 continúa, este año podría cerrar con la cifra más alta de muertes relacionadas con conflictos desde el genocidio en Ruanda en 1994.
Islandia repite como el país más pacífico del mundo, seguido por Irlanda, Austria, Nueva Zelanda y Singapur. En contraste, Yemen ha desplazado a Pakistán como el país menos pacífico, seguido por Sudán, Sudán del Sur, Afganistán y Ucrania.
El informe destaca particularmente la situación de Oriente Medio y el Norte de África como la región menos pacífica, destacando que alberga a cuatro de los diez países menos pacíficos del mundo.
Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo del IEP, expresó que la última década ha visto un declive en la paz en nueve de los diez años, con un aumento en el número de conflictos y la militarización, así como una intensificación de la competencia estratégica internacional.
«El conflicto afecta negativamente la economía global y el riesgo de negocios derivados de conflictos nunca ha sido mayor, agravando las vulnerabilidades económicas globales existentes», señaló Killelea.
En un llamado urgente a los líderes mundiales, Killelea subrayó la necesidad de invertir en la resolución de conflictos para evitar crisis mayores, recordando que han pasado 80 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y que la situación actual subraya la urgencia de actuar.
11/6/2024