Carlos Umaña, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2017 y copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, ha emitido una severa advertencia sobre el potencial destructivo de las armas nucleares contemporáneas. En una entrevista proporcionada a EFE y recogida por El Heraldo entre otros, Umaña comparó la capacidad destructiva de las bombas nucleares actuales con la de la bomba lanzada en Hiroshima en 1945, destacando que una sola bomba de hoy podría equivaler a más de 1.000 Hiroshimas.
Este alarmante análisis fue compartido durante el «Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana» en Roma, un evento organizado por el Papa Francisco que reunió a 30 laureados con el Nobel para discutir los desafíos globales. Umaña enfatizó la imperiosa necesidad de avanzar hacia la paz como única vía viable para asegurar el futuro de la civilización ante el riesgo elevado de un conflicto nuclear a gran escala.

El experto señaló que las consecuencias de una guerra nuclear no se limitarían a la devastación inmediata, sino que también incluirían efectos a largo plazo catastróficos sobre el clima global y la biodiversidad, pudiendo desencadenar una era de frío extremo por el bloqueo de la luz solar.
Además, Umaña criticó la falta de acción decisiva tras el fin de la Guerra Fría, un periodo que describió como una oportunidad perdida para eliminar las armas nucleares, las cuales continúan siendo vistas como símbolos de poder. Resaltó la urgencia de este asunto en el contexto actual, marcado por tensiones geopolíticas y el avance tecnológico que facilita un conflicto nuclear rápido y devastador.
El Nobel también comentó sobre la polarización extrema y el liderazgo volátil en países con arsenales nucleares, mencionando a líderes como Vladimir Putin, Kim Jong Un y Donald Trump, y expresó su preocupación por la falta de comprensión sobre las consecuencias reales del uso de armas nucleares por parte de algunos mandatarios.
Finalmente, Umaña concluyó con una sombría reflexión sobre las posibles consecuencias de una guerra nuclear, incluyendo la extinción de especies y la potencial aniquilación de la civilización humana. Subrayó la importancia crítica de la educación y la cooperación internacional para prevenir un desastre nuclear, enfatizando que el costo de la inacción podría ser irremediablemente alto.
13/5/2024