La muerte en febrero de dos guardias civiles, atropellados intencionadamente por una embarcación de narcotraficantes, ha destacado el control de los «narcos» sobre el extremo sur de España, donde la pobreza y el desempleo generan un ambiente propicio para el reclutamiento de jóvenes por parte de las bandas. El vídeo del suceso, difundido en redes sociales, ha provocado consternación en el país: muestra una potente lancha embistiendo, en la noche del 9 de febrero, a un zodiac de la Guardia Civil en el puerto de Barbate, según ha destacado hoy France24.
Denominado «narcolancha», este tipo de embarcación, capaz de transportar entre 2 y 3 toneladas de hachís desde Marruecos hasta España, mide entre 12 y 14 metros, cuenta con tres o cuatro motores potentes y generalmente está equipado con radar y dispositivos de visión nocturna.

Capaz de alcanzar los 100 km/h, se convierte en un «proyectil» que «derriba» todo a su paso, explica a la AFP Lisardo Capote, funcionario de aduanas en la zona del Campo de Gibraltar, cerca de la colonia británica. Esta región del extremo sur de España ha vivido durante décadas al ritmo de detenciones de traficantes y decomisos de hachís, resina de cannabis de la cual Marruecos es el principal productor mundial. Aquí, el tráfico es «algo histórico y endémico», explica el Sr. Capote desde el puerto de Algeciras, de donde zarpan los barcos encargados de patrullar en el estrecho de Gibraltar, que separa España de Marruecos.
Una parte de la población piensa que «lo más sencillo es dedicarse al tráfico» porque eso «genera mucho dinero», añade el funcionario de aduanas, frente a «narcolanchas» decomisadas y apiladas en el puerto. Los jóvenes -generalmente de barrios desfavorecidos donde el desempleo «alcanza el 60%» en esta franja de edad- «caen en la tentación», confirma Francisco Mena, presidente de la asociación de lucha contra el narcotráfico Coordinadora Alternativas. «El tráfico de drogas se alimenta (…) de la pobreza, de la exclusión social», insiste, recordando que algunas ciudades de la región tienen tasas de desempleo entre las más altas del país, como La Línea de la Concepción, donde alcanza el 33% frente al 12,3% a nivel nacional.
Convencido de que la solución no puede ser únicamente de seguridad, el psicólogo Daniel Grande Jiménez ha creado un programa contra el fracaso escolar aplicado en las escuelas de La Línea y organiza excursiones o partidos de fútbol para ocupar el «tiempo libre muy importante en estos barrios».
Un desafío mientras que las sumas prometidas a los reclutas de las bandas para vigilar los movimientos de la policía, descargar las cargas o pilotar las «narcolanchas» alejan a muchos jóvenes del buen camino.
11/5/2024