La Segunda Guerra Mundial, uno de los conflictos más devastadores de la historia, resultó en la pérdida de aproximadamente 60 millones de vidas y sentó las bases para la creación de las Naciones Unidas, una institución destinada a fomentar la paz mundial y prevenir futuros conflictos. En reconocimiento a esto, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó los días 8 y 9 de mayo para honrar a todas las víctimas de la guerra, instando a los Estados Miembros y organizaciones a observar estos días mediante actos de rememoración y reconciliación.
A lo largo de los años, la ONU ha organizado numerosas actividades conmemorativas, cada una destinada a reafirmar la importancia de la paz y la reconciliación. En 2010, durante el 65º aniversario del fin de la guerra, se celebró una sesión extraordinaria que destacó los horrores y el coste humano del conflicto, con especial mención a los 40 millones de civiles y 20 millones de soldados que perdieron la vida. Este evento subrayó el rol crucial de las Naciones Unidas en la gestión de conflictos internacionales y la promoción de la paz.

En años subsiguientes, se han realizado varias exposiciones y eventos para seguir educando y recordando las lecciones de la guerra. Por ejemplo, en 2018, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, se llevó a cabo la exposición fotográfica «The Lessons of the Long-gone War We Still Remember», donde el secretario general António Guterres enfatizó la importancia de recordar estas lecciones en un mundo aún afectado por conflictos. Además, en 2017, se organizaron dos eventos especiales en la sede de la ONU: uno sobre la preservación de la memoria de la guerra y otro sobre la educación para la paz.
Celebrando el septuagésimo aniversario en 2015, la Asamblea General adoptó una Declaración política para fortalecer la cooperación entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales, enfatizando la necesidad de una comprensión más profunda y una cooperación efectiva para asegurar la paz y la seguridad globales.
La conmemoración también ha incluido eventos culturales, como la proyección en 2010 de «La Balada del Soldado», una película que refleja los impactos personales y colectivos de la guerra en la Unión Soviética, y conciertos, como el de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Comunidad de Estados Independientes, que simbolizan la unión y la esperanza a través de la música.
Estos actos de conmemoración no solo sirven como un recordatorio de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, sino que también funcionan como un llamado continuo a la acción para las generaciones presentes y futuras, subrayando la importancia de la cooperación internacional y el compromiso con la paz. La memoria colectiva y los esfuerzos educativos son esenciales para evitar la repetición de tales conflictos, asegurando que las Naciones Unidas sigan desempeñando un papel fundamental en la promoción de la paz y la seguridad internacionales. NACIONES UNIDAS
9/5/2024