El gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, ha impuesto el cierre de la cadena de noticias catarí Al-Jazira dentro de sus fronteras, acusándola de constituir una amenaza para la seguridad del país. La decisión, adoptada por unanimidad, ha llevado a la interrupción inmediata de su transmisión y al cierre de sus oficinas en Israel.
El anuncio fue hecho por el propio primer ministro Netanyahu a través de la red social X, donde destacó que la medida entra en vigor de inmediato. Shlomo Karhi, ministro de Comunicación, también intervino, señalando que había firmado la orden que prohíbe a Al-Jazira operar desde Israel.

En una operación llevada a cabo por los servicios de seguridad israelíes, el equipo de Al-Jazira utilizado para transmisiones en directo fue confiscado. Esta operación tuvo lugar en una habitación del Hotel Ambassador, en Jerusalén Este, área que Israel conquistó durante la guerra de los Seis Días en 1967 y posteriormente anexó en 1980.
El director de Al-Jazira para Israel y los territorios palestinos ocupados, Walid Al-Omari, comunicó en la cadena que la decisión incluye «la detención de la difusión de Al-Jazira en Israel, en árabe e inglés, y el cierre de las oficinas de Al-Jazira dentro de las fronteras de Israel», junto con la incautación de equipos y el bloqueo de acceso a los sitios web de la cadena en el país.
Este hecho marca un nuevo capítulo en la tensión entre Israel y los medios de comunicación que cubren los conflictos y desarrollos políticos en la región, con acusaciones previas de parte de Israel hacia Al-Jazira de actuar como «agentes terroristas» afiliados al movimiento islamista palestino Hamas y su aliado Jihad Islámica.
El gobierno de Netanyahu ha criticado en repetidas ocasiones la cobertura de Al-Jazira sobre los sucesos en Israel y los territorios palestinos, acusando a la cadena de ser un «órgano de propaganda de Hamas».
6/5/2024