En los últimos años, hemos sido testigos del estrechamiento de las relaciones y de la cooperación en distintos ámbitos (económico, político, social, diplomático) entre el Reino de Marruecos y su país vecino, España. De hecho, las relaciones bilaterales se han visto fortalecidas, concretamente, a partir de la última legislatura del Gobierno español, liderado por el socialista Pedro Sánchez, en la cual el Ejecutivo ha pasado a adoptar nuevas posturas históricas en cuanto a una serie de temáticas, entre las que destaca el apoyo a la iniciativa marroquí en la cuestión regional del Sáhara.
Para profundizar más en la nueva hoja de ruta que adoptarán las alianzas y políticas compartidas entre ambos países, el equipo de Marruecom ha querido contar con la opinión experta del Dr. Ayman El Ghazi, presidente del Comité Permanente del Patrocinio, Relaciones Internaciones y Marroquíes del Mundo en el Consejo Regional Tánger-Tetuán- Alhucemas CRTTA (lo que se puede traducir como presidente de una de las 7 consejerías permanentes de la región del norte de Marruecos). Así pues, nuestro entrevistado es licenciado de la facultad de medicina de la Universidad de Valencia y ha vuelto a Marruecos para ejercer en su profesión. Además, también ha comenzado una carrera política junto al Partido de la Autenticidad y Modernidad (partido que, en la actualidad, forma parte de la alianza gubernamental en Marruecos después de 12 años en la oposición).
Por tanto, aprovechando sus conocimientos sobre la política y la sociedad tanto marroquí como española, así como su experiencia académica y vital, desarrollada entre las dos orillas, contamos con su opinión sobre las siguientes cuestiones:
P: Marruecos está adoptando una política dirigida hacia el exterior desde su posición como líder continental en diferentes ámbitos ¿cómo definirías esta nueva etapa política? ¿cuáles son las bases de la hoja de ruta de la política exterior del Reino?
R: Para empezar, quiero agradecer esta iniciativa de acercar el lector hispánico a la política y a la sociedad marroquí y también quiero alentar a otros medios de comunicación para hacer lo mismo, con el fin de permitir que este vecino del sur, o sea, el Reino de Marruecos, no sea tan desconocido en España. Ahora bien, para responder a estas dos preguntas permitidme enfocar mi respuesta en dos partes.
En primer lugar, tengo que decir que Marruecos ha experimentado profundas transformaciones en el espacio de las dos últimas décadas. Sus relaciones internacionales se han diversificado, tanto en términos de los actores como en términos de las orientaciones estratégicas de su política exterior. Por ejemplo, solo en los últimos 10 años, se ha inaugurado más de una treintena de embajadas y consulados de Marruecos en todo el mundo. Al mismo tiempo, Marruecos ha aumentado su representación como Estado y como sociedad civil ante muchos organismos internacionales y regionales. De esta manera, esa nueva política de representación estuvo acompañada de una política de acercamiento a la Unión Europea (UE) a través del “Estatus Avanzado”, así como de una aproximación a los Estados unidos de América. En paralelo, asistimos a una política de cooperación muy importante con África subsahariana, con América Latina y Asia.
En segundo lugar, tengo que decir que Marruecos desempeña, en varios aspectos, un papel muy importante como locomotora al servicio del desarrollo de África. Desde el punto de vista financiero, el Reino de Marruecos es actualmente el segundo inversor en África subsahariana; cabe recordar que las empresas marroquíes han invertido unos 3.000 millones de dólares en la región en los últimos cinco años.
Si queremos enumerar los diferentes sectores en los que Marruecos opera en el continente africano, tales como el financiero, el de los fertilizantes, el de las telecomunicaciones, las energías renovables y la presencia religiosa, podemos decir que, hoy en día, el Reino mantiene una fuerte presencia en África, con un papel cada vez más destacado como puente entre Europa y el continente africano. De hecho, Marruecos lidera el continente en diferentes áreas, incluida la gobernanza, las infraestructuras y la gestión de la deuda pública, con sólidos fundamentos macroeconómicos y una economía fuerte. Así pues, por ejemplo, en materia de energías renovables; el complejo Noor Ouarzazate es pionero en África, lo que demuestra la visión estratégica del país y su vocación de futuro.
Ahora bien, para responder a la segunda pregunta en relación a las bases de la hoja de ruta del Reino hacia el exterior, puedo decir que desde unos años, sobre todo después del Reconocimiento por parte de Estados Unidos de América de la soberanía marroquí sobre el Sahara Marroquí y del apoyo recibido por parte del Estado español al plan de autonomía marroquí, hablamos de una nueva era de la diplomacia marroquí, marcada por preocupaciones económicas, de seguridad y por un cierto número de posiciones asumidas; ejemplo de ello son los acuerdos de libre comercio, la cuestión siria, la seguridad en el Sahel, la cuestión palestina y, además, la inmigración y el terrorismo. Con todo lo anterior, cabe señalar que, principalmente, lo que marca actualmente las pautas del Reino de Marruecos en su política exterior son las posiciones y posturas de los países de la comunidad internacional en lo referente a la cuestión del plan de autonomía del Sahara marroquí, propuesto en 2007.
P: Hemos visto que se han estrechado las relaciones bilaterales con España en esta última legislatura, liderada por Sánchez ¿qué podemos esperar a nivel político y económico de la alianza hispano-marroquí?
R: En primer lugar, hay que recordar que la carta dirigida por el presidente del Gobierno español, S. E. Pedro Sánchez, a Su Majestad el Rey Mohammed VI, el 14 de marzo de 2022, así como la conversación telefónica entre el Soberano y el presidente del Gobierno español, el 31 de marzo abre una nueva página en las relaciones entre el Reino de Marruecos y el Reino de España.
Por eso, Marruecos y España, conscientes de la escala y la importancia estratégica de los vínculos que los unen y de las legítimas aspiraciones de los dos pueblos a la paz, la seguridad y la prosperidad, inician hoy la construcción de una nueva etapa en su relación bilateral. Basada en los principios de transparencia, diálogo permanente, respeto mutuo y aplicación de los compromisos y acuerdos firmados por las dos partes, esta nueva etapa responde al llamamiento de Su Majestad el Rey Mohammed VI, de “inaugurar una etapa sin precedentes en las relaciones entre los dos países”, y que Su Majestad el Rey Felipe VI “caminemos juntos para materializar esta nueva relación”. Corresponde también al deseo del presidente del Gobierno español, S. E. Pedro Sánchez de “construir una relación sobre bases más sólidas”. Con este espíritu, los dos países se proponen establecer una hoja de ruta sostenible y ambiciosa.
A este respecto, además, es importante tener en cuenta los lazos históricos que unen los dos países mencionados desde la época medieval, de Al Ándalus, o bien de la presencia española en el norte y en el sur de Marruecos durante el siglo XX, así como los altibajos que han conocido las relaciones durante esos últimos 20 años.
En esa línea, cabe recordar algunos datos numéricos importantes; casi un millón de marroquíes viven en España, muchos de ellos con doble nacionalidad, están integrados en la sociedad española y aportan su grano de arena a la prosperidad de la economía del país; al igual que las empresas españolas en Marruecos son una verdadera palanca que mejora la economía nacional cada día y que da fuerza y apoyo al desarrollo económico.
Por otra parte, y a nivel de seguridad, durante el año 2023, Marruecos ha podido desmantelar más de 200 redes de tráficos de personas; ha detenido más de 63.000 intentos de inmigración irregular a través de su costa norte; y ha desarticulado, en colaboración con las fuerzas de inteligencia española, más de 100 cupulas de terroristas que estaban entre las dos orillas del mediterráneo.
Hoy en día, el mundo vive desde hace un tiempo una situación muy difícil. La post pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio climático son los verdaderos problemas que hay que afrontar unidos, como dos países amigos que buscan el desarrollo y el progreso mutuo. Por esta razón, creo en lo que afirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, de la Unión Europea y de Cooperación, José Manuel Albares, sobre que Marruecos y España mantienen «una de las relaciones más densas y ricas que pueden existir en el mundo»; están unidos ahora por una «asociación estratégica y multidimensional.
P: ¿Podemos considerar que Francia y España están compitiendo por ser el “socio principal” de Marruecos?
R: Es en torno a la autonomía bajo la soberanía marroquí donde debe resolverse esta cuestión. Porque creo que Francia y España deben ser socios leales del Reino de Marruecos en esta cuestión.
Por una parte y, en materia económica, el comercio entre ambos España y Marruecos alcanzó los 20.000 millones de euros, recordando que España es el primer cliente y el primer proveedor de Marruecos, mientras que el Reino es el tercer socio comercial de España fuera de la UE, sólo superado por Estados Unidos y el Reino Unido. Con la última reunión de alto nivel, el acercamiento visible entre los gobiernos de España y Marruecos, y las muy buenas relaciones entre Su Majestad el Rey Mohamed VI y Su Majestad el Rey Filipe VI, estoy seguro de que estas relaciones económicas y políticas van hacia buen camino para las dos partes.
Por otra parte, es cierto que se intenta mejorar la situación de las relaciones entre Francia y Marruecos, pero creo que los franceses todavía no han entendido lo que queremos desde Marruecos. Después de un largo período de enfriamiento político entre los dos países, hay una nueva lectura de la posición política y económica que podemos hacer de las visitas a Marruecos de dos ministros franceses, los cuales han declarado que Francia está dispuesta a invertir en las provincias del sur, dando la impresión de un cambio progresivo en su posición sobre el carácter marroquí del Sáhara. No obstante, creo que esta respuesta económica no está a la altura de las expectativas marroquíes. De igual modo, también pienso que no ha habido suficiente desarrollo político y que se trata, sobre todo, de un cambio de paradigma económico que no compromete a nada en lo político.
Analizando esta evolución, la podemos considerar como muy inferior a la que podría haber sido de parte de la República Francesa, como tradicional aliado del Reino de Marruecos, frente a las peticiones y expectativas marroquíes en el Sáhara. Porque aunque afirmemos que la decisión de incitar los fondos de inversión franceses va en la buena dirección para las empresas francesas que no quieren dejarse marginar económicamente, no debemos considerarla como un gesto político que anticipa una posible normalización según el modelo de los Estados Unidos, del Reino Unido, de los Emiratos Árabes Unidos o bien de España. Y es este modelo el que se quiere tener en Marruecos.
Con todo esto, y en lugar de mejorar la relación bilateral avanzando en la dirección de un claro reconocimiento del carácter marroquí del Sáhara, Francia prefirió darse un margen de maniobra tratando de distinguirse de la posición de otros países que han dado el paso.
En resumen, Francia no quiere dejarse marginar por Alemania, Estados Unidos, los Emiratos Árabes Unidos y España cuya presencia sigue aumentando en los grandes proyectos emergentes en Marruecos como el tren de alta velocidad, la autopista Dajla-Casablanca, la ampliación de la Línea de Tren de Alta Velocidad desde Casablanca hacia Marrakech y Agadir, o bien el puerto de Nador. Paralelamente, Francia todavía quiere ganar tiempo para evitar tomar una decisión clara, y esa posición dificulta el desarrollo de las relaciones bilaterales entre los dos países.
Recordar también lo que dijo Su Majestad el Rey Mohamed VI en su discurso a la ocasión del cuadragésimo sexto aniversario de la Marcha Verde, donde ha sido muy claro (Deseamos expresar nuestra consideración a los países y grupos vinculados a Marruecos por convenios y asociaciones y para quienes nuestras provincias del sur constituyen parte integrante del territorio nacional. Por otra parte, a quienes manifiestan posiciones vagas o ambivalentes, les declaramos que Marruecos no emprenderá con ellos ningún enfoque económico o comercial que excluya al Sáhara marroquí).
P: Pasando a hablar del Mundial 2030 ¿podemos aportar datos concretos sobre las inversiones que se van a realizar? Además, ¿es posible hablar de una previsión de ganancias aproximadas que van a suponer la organización de este macroevento?
En primer lugar, es un gran honor y una gran satisfacción estar con España y Portugal dentro de una organización conjunta para la gran fiesta del futbol internacional, la cual acontece únicamente cada 4 años. Marruecos va a ser el segundo país africano y el segundo país árabe en tener ese honor, y seguramente tendrá un gran impacto económico, social y político para el conjunto de la sociedad marroquí. Estamos viendo ahora mismo una gran movilidad a nivel legislativo para adaptar muchas leyes a ese gran acontecimiento mundial, y el ejemplo más claro son los cambios en el código de familia y en código civil y para permitir más derechos humanos.
A nivel económico y según algunos informes recientes de los expertos de análisis y corretaje financiero en la bolsa marroquí, la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2030 con España-Portugal-Marruecos, podría inyectar unos 1.200 millones de dólares a la economía nacional de Marruecos. Se espera que Marruecos albergue un tercio de los 104 partidos, y se prevé que cada partido recaude entre 25 y 37,5 millones de dólares. Además, la organización de este tipo de eventos internacionales permitiría aumentar el atractivo turístico del Reino de Marruecos y reforzar su posición económica, además de consolidar las relaciones económicas y de colaboración entre Rabat, Madrid y Lisboa. Así pues, creo que de aquí a 2030, se establecerá un bloque económico entre los 3 países organizadores que continuará hasta después de este gran evento deportivo.
La ventaja más grande que obtienen los países anfitriones es principalmente un gran prestigio y una gran publicidad. Se trata de un acontecimiento en el que se centran todas las cámaras del planeta, cuyas imágenes circulan durante mucho tiempo, inevitablemente, ligadas al lugar del partido.
Sin lugar a dudas, se trata de un gran evento diplomático en el que los jefes de Estado de los países competidores desfilan por los estadios. Asimismo, dentro de esos tres países organizadores, las federaciones locales, los clubes, los municipios y los promotores privados que poseen los estadios, o que desean construirlos o renovarlos, obtienen inmensos beneficios; con ello, es la población de dichas regiones la que se va a ver beneficiada a corto y a largo plazo.
08/04/2024