Las entrevistas callejeras, que han ganado popularidad en Túnez durante años, están ahora amenazadas por nuevas medidas de prohibición por parte de las autoridades tunecinas, lo que suscita temores sobre la preservación de la libertad de los medios en el país.
El ministro del Interior tunecino justificó la prohibición de las entrevistas callejeras con el objetivo de «poner fin a prácticas que afectan la imagen de la sociedad tunecina, la cultura de los tunecinos y que dañan la imagen de la sociedad tunecina ante las naciones y los jóvenes que siguen las redes sociales».
Esta decisión se produce tras el aumento de medios especializados en entrevistas callejeras, que ocupan la avenida Habib Bourguiba, la principal arteria de la capital tunecina, para realizar entrevistas con ciudadanos comunes sobre temas políticos, económicos y sociales de actualidad.
Respondiendo a esta decisión, el Sindicato de Periodistas Tunecinos (SNJT) ha denunciado este intento de ejercer «un control previo sobre las libertades públicas tales como la libertad de opinión, de pensamiento, de expresión, de los medios y de publicación», lo que contradice las normas internacionales y la Constitución tunecina.

«No se debe someter las entrevistas callejeras destinadas a producir contenido para los medios y las redes sociales a enfoques basados en argumentos como la violación de la dignidad», explica el sindicato, señalando que la revisión de las leyes en el ámbito de los derechos y libertades debe ser objeto de un debate público profundo para identificar los problemas y encontrar soluciones.
Varios medios que dependen de esta técnica para producir contenido no han ocultado su descontento con esta medida, que podría reducir aún más su margen de libertad y privarles de un nicho muy seguido por los tunecinos, dada la variedad de temas tratados.
Los defensores de derechos, por su parte, se preocupan por el futuro de las libertades en el país, frente a una nueva ofensiva represiva contra los medios que utilizan las entrevistas callejeras para recoger reacciones espontáneas y auténticas sobre temas de actualidad.
Citado por los medios, el juez Omar Wesleti considera que la prohibición de las entrevistas callejeras es contraria a la Constitución tunecina que prohíbe claramente cualquier control sobre la libertad de expresión, recordando que uno de los artículos de la Constitución declara que la libertad de opinión, pensamiento, expresión, de los medios y publicación está garantizada y no se permite ejercer ningún control previo sobre estas libertades.
«Se debe preservar la libertad de expresión como uno de los derechos humanos sin ninguna restricción administrativa compleja», insistió.
Mientras algunos consideran que la práctica de las entrevistas callejeras contribuye a la democratización de la información al dar voz a ciudadanos comunes, otros critican una manipulación de las respuestas de los transeúntes y una violación de la imagen del país, lo que podría prolongar el debate sobre el tema.
Esta medida se produce en un momento en que el país experimenta una ola de arrestos y procesos judiciales contra periodistas, provocando una amplia indignación entre ONGs y asociaciones de defensa de los derechos humanos.
El viernes, el periodista y figura de los medios audiovisuales en Túnez, Mohamed Boughalleb, fue puesto bajo custodia por «difusión de declaraciones difamatorias» a través de las redes sociales. Se ha lanzado una campaña de apoyo en las redes sociales en favor de este comentarista, quien es una de las voces críticas del poder en Túnez.
23/03/2024