
La ofensiva israelí continúa en el sur de la Franja de Gaza este sábado 17 de febrero, específicamente en el hospital Nasser en Khan Younes, donde afirman haber capturado sospechosos y «terroristas que participaron en el ataque del 7 de octubre». Hamas por su parte, acusa a Israel de retener a más de cien pacientes y personal médico «sin electricidad, agua, alimentos ni oxígeno», sometiéndolos a «interrogatorios inhumanos».
Rafah, el último sector de Gaza sin ofensiva terrestre, está bajo amenaza de invasión. Estados Unidos y la Unión Europea han instado a Israel a abstenerse de «acciones militares que agraven una situación humanitaria ya catastrófica». Egipto, vecino de la ciudad, parece prepararse para una posible fuga masiva, construyendo una zona segura en el Sinaí.
Así, la preocupación por los pacientes de Khan Younes crece. Las autoridades sanitarias temen por los recién nacidos, cuyas vidas peligran debido a la falta de suministros en el hospital Nasser, ocupado por la armada israelí en busca de miembros de Hamas desde el jueves.
Cinco médicos y 120 pacientes permanecen sin electricidad, agua, alimentos ni oxígeno en el hospital. Las fuerzas israelíes mantienen a muchos en condiciones inhumanas, según el portavoz de Hamas.
Seis pacientes, incluido un niño, han muerto desde el viernes debido a cortes de energía que interrumpieron la distribución de oxígeno después del asalto israelí al hospital. Paralelamente, cientos murieron por los bombardeos.
Médicos Sin Fronteras evacuaron el hospital Nasser. El edificio ahora apenas funciona, según la OMS.
La comunidad internacional insta a Israel a evitar la invasión de Rafah, donde están atrapados civiles cerca de la frontera con Egipto.