
La diplomacia argelina se encuentra en el centro de la controversia una vez más, esta vez debido a una interpretación errónea de sus interacciones con Estados Unidos sobre la situación en Gaza.
Mientras Washington reafirma su posición sobre las acusaciones de «genocidio» contra Israel como «infundadas», Argel parece desviarse de la narrativa oficial, lo que plantea interrogantes sobre su credibilidad.
Antony Blinken, Secretario de Estado de EE. UU., sostuvo una conversación telefónica con su homólogo argelino Ahmed Attaf el miércoles 15 de febrero. Aunque el comunicado del Departamento de Estado de EE. UU. enfatizó la búsqueda de una solución duradera para la crisis en Gaza y la coordinación estrecha en el Consejo de Seguridad de la ONU, la agencia de noticias argelina «APS» optó por destacar los esfuerzos diplomáticos de Argelia para activar las medidas temporales de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La embajada argelina tiene un historial de tergiversaciones, y esta ocasión no es una excepción. Su intento por resaltar una reunión solicitada en enero en el Consejo de Seguridad para abordar la decisión de la CIJ sobre Gaza no tuvo el impacto deseado.
Esto se agrava aún más por contradecir la postura oficial de EE. UU., que ha reiterado la falta de fundamento de las acusaciones de «genocidio» contra Israel y respaldado por la decisión de la CIJ en el contexto del derecho internacional.
15-02-2024