
En una decisión sin precedentes, Malí, Burkina Faso y Níger formalizaron su salida inmediata de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), poniendo fin a una relación de 49 años con la organización. Este anuncio conjunto, realizado el 28 de enero de 2024, revela un quiebre significativo entre el bloque subregional y los líderes que asumieron el poder a través de golpes de Estado sucesivos.
El conflicto se desató en agosto de 2020, cuando el presidente maliense Ibrahim Boubacar Keita fue derrocado, generando una condena internacional. La CEDEAO, inicialmente establecida para promover la cooperación económica, evolucionó incorporando principios políticos que prohíben cambios anticonstitucionales y métodos no democráticos para acceder o mantenerse en el poder. En respuesta a los golpes de Estado, la CEDEAO impuso sanciones económicas a Mali, desencadenando tensiones y debates.
Las relaciones se deterioraron aún más con los golpes de Estado en Burkina Faso y el derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum en Níger. A pesar de las sanciones, las negociaciones resultaron complicadas, y la brecha entre la CEDEAO y los países afectados se amplió. Los líderes militares argumentaron un trato desigual, acusando a la organización de ser más indulgente con los abusos democráticos de los presidentes electos.
La disputa también se centró en la falta de apoyo de la CEDEAO en cuestiones de seguridad, especialmente ante la creciente amenaza terrorista en la región de las tres fronteras (Mali, Burkina Faso, Níger). Esto llevó a los líderes a cuestionar la eficacia de los jefes de Estado africanos y a buscar alianzas internacionales alternativas, alejándose de la influencia francesa y acercándose a Rusia.
En septiembre de 2023, Malí, Burkina Faso y Níger formalizaron una alianza de defensa mutua llamada la Alianza de los Estados del Sahel (AES), con el objetivo de fortalecer la colaboración contra grupos terroristas y protegerse contra intervenciones extranjeras, rechazando una propuesta similar por parte de la CEDEAO en Níger.
La CEDEAO, al responder al retiro de estos tres países, ha defendido su trabajo para restaurar el orden constitucional y busca una solución negociada a la crisis política. Aunque los estados anunciaron un retiro «inmediato», este proceso tomará un año según los estatutos de la organización.
Este divorcio entre Malí, Burkina Faso y Níger y la CEDEAO representa no solo una reconfiguración de alianzas internacionales, sino también el creciente descontento con la organización, percibida como influenciada por potencias extranjeras y una amenaza para sus propios estados miembros.
31-01-2024