Decenas de miles de ciudadanos salieron a manifestarse, este fin de semana, en París para expresar su rechazo a la nueva ley migratoria, la cual ha causado una gran polémica en el país. Con esto, los protestantes instaron al presidente Emmanuel Macron a frenar la entrada en vigor de lo que se ha catalogado como «la más dura en 40 años».

En este sentido, tras haber sido aprobada por el Parlamento francés a finales de diciembre, la controvertida “ley antiinmigrante” ha sido calificada como «traición» a los valores franceses por parte de sus críticos. A este respecto, según el Ministerio del Interior francés, alrededor de 75,000 personas se sumaron a las protestas. Por su parte, el sindicato CGT sostiene que la cifra asciende a 150,000 manifestantes.
En relación a las disposiciones más destacadas, cabe señalar que la ley establece una cuota anual para inmigrantes y contempla la revocación de los permisos de residencia en caso de infracción o «violación de los principios de la república». Asimismo, la normativa impone una drástica reducción de beneficios y subsidios para los inmigrantes, buscando, con ello, obstaculizar la llegada de familiares al país.

Entre los organizadores de las manifestaciones se encontraban más de 200 figuras políticas, sindicatos, intelectuales y artistas, denunciando que la ley «fue escrita bajo el dictado de los mercaderes del odio que sueñan con imponer a Francia su proyecto de ‘preferencia nacional’.
En este contexto, el Consejo Constitucional tendrá la potestad de decidir, el próximo jueves, si algunos artículos de la ley violan la Constitución francesa. Tal y como señalan determinados politólogos, esta iniciativa refleja un aparente giro hacia la derecha por parte del centrista Macron, en un intento de contrarrestar el avance de la extrema derecha francesa y ajustar su posición antes de las elecciones europeas programadas para junio.
22-01-2024