En un dramático informe, la Agencia de la ONU para la Coordinación Humanitaria (Ocha) reveló que más de 350,000 personas en Congo-Brazzaville enfrentan una emergencia humanitaria debido a las inundaciones. Las intensas lluvias han sumergido tres cuartas partes de los departamentos del país, dejando a comunidades enteras sin refugio ni acceso a servicios de salud esenciales.
Pueblos, escuelas y centros de salud están bajo el agua, mientras que numerosos puntos de agua y servicios sanitarios han dejado de funcionar, destacó Ocha. La situación se agrava por la dificultad de acceso, ya que muchos lugares solo pueden alcanzarse en barco o canoa debido a las inundaciones.

La ONU ha asignado 3.6 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias para atender las necesidades más apremiantes de 270,000 personas afectadas. No obstante, se advierte que se requerirá financiación adicional a nivel internacional para una solución sostenible.
Las fuertes lluvias desde octubre han sumergido las orillas del río Oubangui, afluente del río Congo, desencadenando deslizamientos de tierra que han destruido viviendas, especialmente en el norte de Brazzaville. Ante esta situación, el gobierno congoleño declaró oficialmente el estado de emergencia el 29 de diciembre.
A casi tres semanas de la declaración de emergencia, nueve de los 12 departamentos del país continúan «bajo el agua», afectando a un total de 1.8 millones de personas, según informa la agencia de la ONU. La magnitud de esta crisis exige una respuesta internacional para abordar las crecientes necesidades humanitarias en la región.
19/01/2024