El exdirector de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) de Argelia, el general Abdelkader Haddad, conocido como Nacer El Djinn, fue detenido el 15 de octubre en un barrio de las colinas de Argel y trasladado al tribunal militar de Blida, donde quedó en detención provisional. Su arresto pone fin a una fuga que mantenía en vilo al país desde el 18 de septiembre, cuando desapareció sin dejar rastro, desatando especulaciones sobre su paradero.
Durante semanas, varios medios españoles afirmaron que el exresponsable de la inteligencia argelina se había refugiado en la Costa Brava o en Alicante, donde supuestamente poseía bienes. Sin embargo, fuentes cercanas a los servicios de seguridad de Argel aseguraron que nunca abandonó el territorio nacional. Las autoridades mantuvieron un estricto silencio sobre el caso, mientras crecía el desconcierto en los círculos políticos y militares más altos del Estado.
Nacer El Djinn, considerado uno de los hombres más influyentes de los servicios de seguridad, había dirigido la DGSI desde abril de 2021 hasta su destitución en mayo de 2025. Su trayectoria, marcada por un papel clave en la lucha antiterrorista, estuvo rodeada de controversia debido a los métodos internos de la institución, descrita por algunos observadores como una “policía política”. En 2024, el presidente Abdelmadjid Tebboune llegó a expresarle públicamente su confianza, incluso en televisión, lo que subraya la influencia que llegó a ejercer en el aparato del régimen.
Su caída, sin embargo, fue tan rápida como su ascenso. El cargo de jefe de la inteligencia interior se ha convertido en uno de los más efímeros del sistema argelino: desde la llegada de Tebboune al poder en 2019, han pasado cinco directores por la DGSI y siete por la DGSE. Nacer El Djinn no fue la excepción: fue destituido en mayo sin explicaciones oficiales, tras solo cuatro años en el cargo.
Fuentes próximas al caso sostienen que su destitución y posterior fuga estarían relacionadas con investigaciones internas sobre enriquecimiento ilícito que afectarían tanto a él como a miembros cercanos al entorno presidencial. Según algunas versiones, El Djinn habría intentado evitar ser procesado, especialmente tras recibir la advertencia de no acercarse a los círculos donde se manejan expedientes de alto nivel. Su arresto, interpretado como un golpe de autoridad del régimen, demuestra que el poder político argelino busca reafirmar su control sobre las estructuras de seguridad.
La detención de Nacer El Djinn, que ya ha sido interrogado en la célebre caserna Antar —conocida por haber sido escenario de procesos a altos mandos civiles y militares—, representa un nuevo episodio en las luchas internas del régimen argelino. Este caso refleja el clima de desconfianza que reina en los servicios de inteligencia, profundamente sacudidos desde la salida del general Ghaid Salah y el reacomodo de las estructuras de poder desde 2019.
Mientras la investigación continúa en estricto secreto, la caída de Nacer El Djinn simboliza el fin de una era dentro del sistema de seguridad argelino, marcada por el poder discrecional de los servicios de inteligencia y las tensiones entre los diferentes centros de decisión del país.
20/10/2025