La hostilidad hacia la población migrante en España está en aumento, así lo confirma el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), organismo dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que advierte de una “preocupante escalada” en la polarización social y la legitimación de conductas agresivas hacia las personas extranjeras, especialmente en el entorno digital.
El último boletín mensual de monitorización, correspondiente a septiembre 2025, contabilizó 68.556 mensajes con contenido racista o xenófobo, una cifra apenas inferior a la de agosto en 908 menos, pero con un tono mucho más agresivo. Pues el estudio refleja que el 95 % de los casos, las publicaciones analizadas contienen insultos, descalificaciones y expresiones explícitamente violentas. Según el informe, estos mensajes buscan “incitar al conflicto y polarizar a la sociedad”, creando un entorno cada vez más hostil hacia la diversidad.
El deterioro es particularmente visible en los mensajes que incitan directamente a la violencia, que aumentaron más de un 300%, pasando del 3% al 13% en solo un mes. También crecieron aquellos que glorifican o justifican ataques contra personas migrantes, en 9 puntos, lo que refleja una peligrosa normalización del discurso de odio en los espacios digitales.
Los analistas explican que uno de los factores que más contribuyó a este aumento fue el impacto de temas de actualidad. Tal es el caso de las manifestaciones a favor del pueblo palestino durante la Vuelta Ciclista a España y la travesía de la Global Sumud Flotilla hacia Gaza que generaron casi la mitad, un 48%, de todos los mensajes de odio detectados durante el mes. De hecho, los contenidos racistas o xenófobos vinculados al conflicto en Gaza aumentaron 36 puntos respecto al mes anterior, demostrando cómo los acontecimientos internacionales influyen directamente en la narrativa del odio en España.
Las últimas cifras, también vinculan el repunte de mensajes xenófobos a noticias nacionales. La investigación policial de un joven por presunta agresión sexual a una menor en Hortaleza, Madrid fue seguida por una oleada de publicaciones que pedían la expulsión de menores extranjeros y repetían consignas como “fuera menas” o “fuera invasores parásitos”. Este tipo de contenidos, advierte el Oberaxe, alimentan prejuicios y estigmatizan colectivos vulnerables, asociando migración con inseguridad ciudadana.
Otros episodios internacionales, como el homicidio de una joven refugiada ucraniana en Carolina del Norte (EE.UU.) o incluso la Gala del Balón de Oro, también desencadenaron oleadas de mensajes racistas y xenófobos. La aparente desconexión entre estos sucesos y el contexto migratorio español demuestra hasta qué punto el racismo digital se ha convertido en un reflejo automático de la tensión global y del consumo emocional de la información.
Para el Oberaxe, el fenómeno va más allá del espacio cibernético y evidencia una fractura social que se amplifica digitalmente, donde los discursos de odio funcionan como válvulas de frustración social y política. Aunque las plataformas eliminaron el 39% de los mensajes identificados, el reto principal sigue siendo la velocidad: gran parte del daño ocurre en las primeras 24 horas, cuando el contenido racista logra viralizarse y moldear percepciones.
Las cifras recientes también refleja un aumento sostenido de la islamofobia y el antisemitismo. Los contenidos hostiles hacia personas musulmanas pasaron del 19% al 33%, mientras que los dirigidos contra la población judía alcanzaron un 7%. La mayoría de los ataques se dirigen contra migrantes procedentes del norte de África y del mundo árabe, que siguen siendo los principales blancos del discurso de odio en España. Además, persisten los bulos sobre ayudas públicas, que sitúan falsamente a los migrantes, especialmente africanos, como los mayores beneficiarios de las prestaciones sociales.
En este sentido, el aumento de la xenofobia digital afecta la convivencia y constituye un desafío democrático. España, que históricamente se ha definido como un país plural y de acogida, enfrenta ahora la tarea de reafirmar su compromiso con la diversidad y la inclusión, en un momento en que las redes sociales se han convertido en el principal campo de batalla de la intolerancia, apoyada por partidos políticos con visiones extremistas y conservadoras que promueven una regulación más rigurosa de la migración e incluso proponen la expulsión o negación de permiso de entrada a ciertas nacionalidades o grupos étnicos.
18/10/2025