Cuando estallaron los disturbios en Torre-Pacheco, el caldo de cultivo ya había sido sembrado. Durante días previos al estallido social, las redes sociales se convirtieron en escenario de una campaña de desinformación que desembocó en una auténtica “caza al migrante”, amplificada por discursos de odio y bulos virales.
Para entender el origen del conflicto, es necesario retroceder al 9 de julio, dos días antes del estallido. Uno de los principales impulsores de la narrativa incendiaria fue un vídeo falso en el que se acusaba a personas migrantes de agredir a un anciano de la localidad.
Durante esas 48 horas críticas, la extrema derecha impuso su relato en las plataformas digitales, alcanzando a millones de usuarios con contenidos manipulados. Solo cuando comenzaron a circular desmentidos y verificaciones —entre el 11 y el 12 de julio—, el impacto de estos mensajes comenzó a disminuir, aunque el daño ya estaba hecho.
El fenómeno se intensificó con la creación de lo que los analistas llaman “cámaras de eco”: algoritmos que refuerzan los discursos que ya consumen los usuarios. La narrativa digital dio el salto al ámbito político. Con esto, el partido Vox trasladó el discurso antiinmigración fuera de las pantallas, haciéndolo resonar en declaraciones públicas, especialmente a través de su líder en Murcia, José Ángel Antelo. El resultado fue contundente: entre el 9 y el 12 de julio, cerca del 80% del contenido que circuló sobre Torre-Pacheco en redes sociales tenía un enfoque contrario a la inmigración. Apenas un 8% mostraba posturas favorables a la población migrante.
Detrás de este fenómeno, según los expertos, hay una red bien articulada de creadores de contenido alineados con posturas radicales. En este contexto, la crisis de Torre-Pacheco evidencia cómo una combinación de bulos, manipulación mediática y discurso político incendiario puede prender fuego al tejido social en cuestión de días.
1/08/2025









