Por primera vez desde el desastre de Fukushima en 2011, Japón ha decidido construir un nuevo reactor nuclear. La decisión, justificada por el gobierno como una medida necesaria para fortalecer la seguridad e independencia energética del país, ha generado un intenso debate público, reabriendo las heridas de una tragedia aún presente en la memoria colectiva.
El nuevo reactor se construirá cerca de Kioto y se espera que esté operativo dentro de varios años. Si bien el gobierno argumenta que la nueva planta contará con los más altos estándares de seguridad, la sombra de Fukushima planea sobre el proyecto. El recuerdo del terremoto, el tsunami y la posterior crisis nuclear, que causó miles de muertos y desplazados, sigue vivo en la sociedad japonesa.
Las reacciones ciudadanas reflejan la complejidad del tema. Mientras algunos expresan una oposición frontal al proyecto, argumentando los riesgos inherentes a la energía nuclear y el problema de los residuos radiactivos, otros reconocen la necesidad de diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles. El debate se centra en la disyuntiva entre la seguridad y la necesidad energética, en un contexto global marcado por la crisis climática y la búsqueda de alternativas a las energías contaminantes.
La apuesta por la energía nuclear, sin embargo, no convence a todos. Muchos ciudadanos apuestan por las energías renovables como la alternativa de futuro, cuestionando la viabilidad a largo plazo de la energía nuclear. La lenta y compleja tarea de desmantelamiento de la central de Fukushima, donde aún quedan miles de toneladas de residuos radiactivos por retirar, sirve como recordatorio de los desafíos que plantea esta tecnología.
La decisión del gobierno japonés abre un nuevo capítulo en la historia de la energía nuclear en el país. La construcción del nuevo reactor se convierte en una prueba de fuego para la industria nuclear, que deberá demostrar su capacidad para garantizar la seguridad y ganarse la confianza de una población marcada por la tragedia de Fukushima. El futuro de la energía nuclear en Japón dependerá, en gran medida, de la capacidad del gobierno para gestionar los riesgos y convencer a la sociedad de la necesidad de esta controvertida fuente de energía.
28/07/2025









