El apoyo del Reino Unido al plan de autonomía marroquí para el Sáhara no es solo un gesto diplomático, sino una pieza clave en un tablero geopolítico cada vez más complejo. Más allá de las declaraciones oficiales, se percibe un cambio de paradigma en la estrategia británica, que reconoce en Marruecos un socio indispensable para la estabilidad regional y la seguridad global.
Este replanteamiento, que viene gestándose desde hace tiempo, se ha consolidado con la reciente declaración del ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, quien calificó la propuesta marroquí como la «base más creíble, viable y pragmática» para la resolución del conflicto. No se trata de una adhesión meramente retórica, sino de un compromiso tangible que Londres se dispone a materializar tanto en el ámbito bilateral como en los foros internacionales.
La postura británica, analizada en profundidad por el exministro Sir Liam Fox, trasciende la cuestión del Sáhara y se enmarca en una visión estratégica más amplia. Fox, en un artículo publicado en The National, destaca la importancia de Marruecos como «pilar de la seguridad regional en el Sahel» y como un «aliado fiable y digno de confianza». Este respaldo, argumenta Fox, alinea al Reino Unido con otros socios clave como Estados Unidos, Francia, España y Alemania, que ya han reconocido el valor estratégico de la alianza con Marruecos.
El plan de autonomía, defendido con vehemencia por Fox, no solo ofrece una solución pacífica al conflicto, sino que también presenta una hoja de ruta para el desarrollo económico de la región, basada en la inversión y la creación de empleo. Frente a la propuesta marroquí, las alternativas presentadas por los detractores del plan, en palabras de Fox, carecen de viabilidad y de una visión constructiva para el futuro.
El nuevo puerto de Dajla, en el Atlántico marroquí, se presenta como una oportunidad para impulsar el comercio y el desarrollo económico, aprovechando la estabilidad que ofrece el plan de autonomía. Esta infraestructura se integra en la Iniciativa Atlántica, un ambicioso proyecto marroquí que busca mejorar la interconexión en el Sahel y facilitar el acceso a los mercados internacionales.
El fortalecimiento de la alianza anglo-marroquí llega en un momento crucial. La decisión del Reino Unido de respaldar el plan de autonomía envía una señal clara a inversores y socios internacionales, reafirmando su apuesta por un marco estable en la región. En este contexto, las amenazas que representan grupos como el Frente Polisario, con sus vínculos con organizaciones terroristas, son una fuente de preocupación para quienes trabajan por la estabilidad regional. Fox advierte sobre la estrategia de «desorden, inestabilidad y caos» promovida por el Polisario, subrayando la necesidad de unir esfuerzos para contrarrestar estas amenazas. El apoyo al plan de autonomía, por tanto, no es solo una apuesta por la paz en el Sáhara, sino una pieza fundamental para la seguridad y el desarrollo de toda la región.
14/07/2025









