La detención de Lounis Saidi, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Ferroviarios de Argelia, ha desatado una intensa polémica en el país. Saidi fue arrestado el 5 de julio, coincidiendo con el Día de la Independencia, tras convocar una huelga indefinida en demanda de mejoras laborales. Su encarcelamiento preventivo ha levantado ampollas en sindicatos y partidos políticos, que denuncian un ataque a la libertad sindical y un intento de criminalizar el derecho a la huelga.
La raíz del conflicto reside en una serie de reivindicaciones laborales que, según el sindicato, llevan años sin respuesta: la falta de aplicación de aumentos salariales acordados en 2023, el deterioro de las condiciones de trabajo y presuntas «violaciones legales reiteradas», incluyendo la interferencia en asuntos sindicales y la falta de transparencia en la contratación. Ante la falta de respuesta de la administración, Saidi firmó un preaviso de huelga, lo que desencadenó la respuesta de la empresa ferroviaria.
La administración, por su parte, declaró ilegal la convocatoria de huelga, argumentando que no se habían seguido los procedimientos legales preceptivos, como la mediación con la Inspección de Trabajo. Además, cuestionó la legitimidad de Saidi para convocar la huelga, alegando que no contaba con el respaldo mayoritario del sindicato. A pesar de insistir en su disposición al diálogo, la empresa no evitó el escalamiento del conflicto, que culminó con el arresto del líder sindical.
El encarcelamiento de Saidi ha generado una ola de condenas. El Partido de los Trabajadores, liderado por Louisa Hanoune, denunció una «flagrante violación de la inmunidad sindical» y una «peligrosa precedente». Otros partidos y analistas políticos se han sumado a las críticas, cuestionando la credibilidad del discurso oficial sobre el diálogo social y alertando sobre una tendencia creciente a la represión sindical.
Este incidente se produce en un contexto marcado por la controversia en torno a la nueva ley del derecho a la huelga, aprobada en 2023. La ley, criticada por los sindicatos por imponer trabas burocráticas a la convocatoria de huelgas, ha sido señalada como un factor clave en el aumento de las tensiones entre el gobierno y los sindicatos. El caso de Saidi se suma a otros casos recientes de persecución judicial a dirigentes sindicales, lo que alimenta la preocupación sobre el respeto a la libertad sindical en Argelia. La comunidad internacional seguirá con atención la evolución de este caso, que podría convertirse en un punto de inflexión en la relación entre el gobierno argelino y los movimientos sindicales.
11/07/2025