La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se enfrenta a una moción de censura en el Parlamento Europeo el próximo 10 de julio. Si bien la iniciativa, impulsada por la extrema derecha, ha logrado reunir las firmas necesarias para su debate y votación, se considera que tiene pocas probabilidades de prosperar.
La moción, presentada por el eurodiputado rumano de extrema derecha Gheorghe Piperea, acusa a Von der Leyen de falta de transparencia en relación con los mensajes de texto intercambiados con Albert Bourla, CEO de Pfizer, durante las negociaciones para la compra de vacunas contra la COVID-19. Estos mensajes han sido objeto de controversia y peticiones de acceso a la información por parte de grupos antivacunas y medios de comunicación como el New York Times.
Piperea también acusa a la Comisión Europea de «injerencia» en las elecciones presidenciales rumanas, donde el candidato nacionalista George Simion perdió frente al proeuropeo Klaus Iohannis. Sin embargo, esta acusación, junto con la relativa a las negociaciones con Pfizer, se percibe como parte de una estrategia política con escaso respaldo dentro del Parlamento.
La moción requiere una mayoría absoluta de 361 votos de los 720 posibles para prosperar. No obstante, incluso el propio grupo político de Piperea, el «Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos», se ha distanciado de la iniciativa, restándole aún más posibilidades de éxito. Este desmarque público debilita significativamente la moción y la convierte en un gesto simbólico más que en una amenaza real para la presidencia de Von der Leyen.
El Parlamento Europeo debatirá la moción el lunes en Estrasburgo y la votará el jueves. Se espera que la presidenta de la Comisión Europea supere esta prueba sin mayores dificultades, aunque el episodio pone de manifiesto las tensiones políticas existentes y la persistente presión sobre la gestión de la pandemia y la transparencia en las instituciones europeas.
03/07/2025









