En un gesto que reafirma la convergencia estratégica entre Marruecos y Francia, ambas naciones celebraron los días 28 y 29 de mayo de 2025 en Marrakech la primera edición del coloquio marroquí-francés sobre la pericia judicial. Organizado por el Ministerio de Justicia del Reino de Marruecos en colaboración con la Orden de Expertos ante la Corte de Casación de la República Francesa, el evento abordó el tema central: «La pericia judicial entre exigencias legales e innovaciones científicas».
Más allá de su carácter técnico, la iniciativa refleja una voluntad política clara; redefinir el rol del experto judicial como pieza clave en una justicia moderna, eficiente y tecnológicamente adaptada. En su discurso de apertura, el secretario general del Ministerio de Justicia, Abderrahim Miyad —en representación del ministro—, subrayó que el experto judicial ya no puede ser considerado un simple auxiliar, sino un actor esencial frente a la creciente complejidad de los litigios.
Una justicia que exige saber técnico especializado
Miyad alertó sobre la brecha creciente entre la formación jurídica tradicional de los jueces y la sofisticación técnica de los casos actuales. La evolución de áreas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial o las pruebas digitales plantea un desafío estructural: el derecho ya no puede avanzar sin apoyarse en conocimientos científicos altamente especializados.
Actualmente, Marruecos cuenta con 4.350 expertos judiciales individuales distribuidos en 215 áreas de especialización, además de 17 expertos institucionales ligados a laboratorios e instituciones públicas. Esta masa crítica, aunque significativa, presenta una heterogeneidad que exige —según las autoridades marroquíes— una profunda revisión normativa.
Con esta perspectiva, el Ministerio finalizó en enero de 2024 un proyecto de ley para reformar el estatuto de los expertos judiciales, ya transmitido al Secretariado General del Gobierno. La futura legislación busca fortalecer la formación de los expertos, clarificar su rol jurídico y garantizar la validez científica de sus informes.
El desafío digital: de la prueba material a la prueba algorítmica
Uno de los puntos más sensibles abordados en el coloquio fue la modernización digital de la función pericial. Miyad insistió en la necesidad de introducir herramientas tecnológicas y programas de formación continua para adecuar la pericia judicial a un entorno donde los datos masivos, los algoritmos y el cibercrimen redefinen la escena delictiva.
En este nuevo paradigma, el experto judicial debe convertirse en un puente entre la ciencia y el derecho, capaz de traducir tecnicismos complejos en conocimientos útiles para el juez. La justicia del siglo XXI —dijo Miyad— ya no puede prescindir de una pericia certificada, especializada e independiente, que esté a la altura de los desafíos digitales y transnacionales.
Un diálogo binacional con impacto estructural
El encuentro forma parte de un proceso más amplio de acercamiento entre Rabat y París en materia judicial. Ambas naciones comparten un legado jurídico híbrido y enfrentan retos comunes en la armonización procesal, la formación de jueces y la validación cruzada de informes periciales.
Las delegaciones francesas, por su parte, presentaron las reformas en curso en el sistema de justicia galo, donde la pericia también atraviesa un proceso de adaptación frente a las nuevas exigencias de independencia, rigor científico y claridad para los ciudadanos.
Los intercambios sostenidos en Marrakech permitieron contrastar normativas deontológicas, procedimientos de designación, métodos de evaluación y criterios de incorporación de los informes técnicos en la motivación judicial. Este diálogo técnico y jurídico evidencia una tendencia de fondo; tanto Marruecos como Francia están tratando de dotar a sus sistemas de justicia de mecanismos modernos que respondan, no solo a los requerimientos legales clásicos, sino también a las dinámicas del conocimiento científico contemporáneo.
En un momento donde la justicia enfrenta desafíos globales, desde el crimen digital hasta la inteligencia artificial, el coloquio marroquí-francés marca un hito importante en la construcción de una justicia del futuro, que sepa integrar la ciencia sin renunciar a su función esencial: garantizar los derechos con equidad y rigor.
29/05/2025









