Elon Musk, el magnate detrás de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), ha confirmado su salida del gobierno de Donald Trump tras apenas cuatro meses como asesor especial. La razón: un profundo desacuerdo con el presidente respecto a un proyecto de ley económica que, según Musk, incrementará el déficit presupuestario de forma desmesurada.
En un comunicado publicado en X, Musk agradeció a Trump la oportunidad de servir en su administración y aseguró que su comisión para la eficiencia gubernamental, apodada «Doge», continuará su labor. Sin embargo, el tono conciliador del comunicado contrasta con la dureza de sus declaraciones a la cadena CBS, donde expresó su «decepción» con el proyecto de ley, calificándolo de «gastos masivos».
Esta crítica pública representa la primera grieta visible en la hasta ahora sólida alianza entre Musk y Trump. El empresario, que contribuyó generosamente a la campaña presidencial del magnate republicano, se ha mantenido cerca del presidente desde su reelección. Su presencia constante en el entorno presidencial, desde el Despacho Oval hasta el Air Force One, demostraba la influencia que había alcanzado.
La «grande y hermosa ley», como la denomina Trump, busca implementar promesas electorales clave, incluyendo importantes recortes fiscales. Sin embargo, análisis independientes estiman que la propuesta aumentaría el déficit federal en 3.8 billones de dólares en la próxima década. Precisamente este punto es el que ha motivado la ruptura entre Musk y Trump. «Creo que una ley puede ser grande o puede ser hermosa, pero no sé si puede ser ambas cosas», declaró Musk a CBS, en una clara alusión a la insostenibilidad fiscal del proyecto.
La salida de Musk plantea interrogantes sobre el futuro de la comisión «Doge» y, más ampliamente, sobre la capacidad de Trump para atraer y retener talento externo en su administración. El episodio también evidencia las crecientes tensiones dentro del Partido Republicano en torno a la política fiscal, con figuras como Musk defendiendo una mayor ortodoxia presupuestaria. Más allá de las implicaciones políticas, la ruptura entre dos de las personalidades más influyentes de Estados Unidos marca un punto de inflexión en la trayectoria de ambos.
29/05/2025









